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Milei acelera la presión sobre el Congreso por sus reformas

El Gobierno confía en avanzar en sesiones extraordinarias con el Presupuesto 2026 y cambios laborales, tributarios y penales, mientras teje acuerdos con gobernadores y suma diputados. Al mismo tiempo, el Presidente vuelve a cruzarse con el titular de la AFA en medio de nuevas polémicas en el fútbol argentino.

Domingo, 30 de Noviembre de 2025

Javier Milei está ansioso por el inicio del período de sesiones extraordinarias, donde el oficialismo buscará tratar el Presupuesto 2026 y un paquete de reformas que el Presidente considera clave para la segunda etapa de su gestión y que no logró imponer como pretendía en la Ley de Bases.

En la agenda inmediata figuran las reformas laboral, tributaria y del Código Penal y, en una segunda etapa, la previsional. Son, además, cambios reclamados tanto por el Fondo Monetario Internacional como por el gobierno de Donald Trump.

Ese apuro se traduce en mayor presión sobre los ministros encargados de tender puentes políticos y de ejecutar un "juego de pinzas" sobre el Congreso. En primer lugar, sobre el ministro del Interior, Diego Santilli, que ya se reunió con casi todos los gobernadores con diálogo abierto con la Casa Rosada. Por ahora, permanecen fuera de esa ronda los mandatarios de Buenos Aires, La Rioja, Tierra del Fuego y Formosa.

Según fuentes oficiales, Santilli encontró buena predisposición y avanza en acuerdos de forma individual con los gobernadores. Sin embargo, todavía no hay definiciones sobre puntos sensibles como la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la coparticipación de impuestos, la reanudación de la obra pública en las provincias y los recursos para cajas previsionales.

En paralelo, La Libertad Avanza sigue fortaleciendo su presencia parlamentaria, especialmente en Diputados, donde el bloque suma legisladores provenientes del PRO. Con las incorporaciones de Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni, el oficialismo llega a 93 diputados y se acerca a los 96 que tiene el PJ, con la mira puesta en convertirse en la primera minoría a partir del 10 de diciembre.

En ese esquema, la mirada está puesta en lo que haga el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil. Si sus diputados se integran al bloque que impulsan los gobernadores de Salta (Gustavo Sáenz), Tucumán (Osvaldo Jaldo), Neuquén (Rolando Figueroa) y Misiones (Hugo Passalacqua, los libertarios podrían desplazar al PJ del primer lugar en la Cámara Baja.

En el Senado, La Libertad Avanza ya alcanzó los 19 legisladores y espera la definición del caso de la rionegrina Lorena Villaverde, nuevamente bajo la lupa de la Comisión de Asuntos Constitucionales tras denuncias del peronismo sobre supuestos vínculos con el narcotráfico. En tanto, el bloque PJ/kirchnerista sintió el impacto electoral y pasó de 34 a 28 senadores, con la posibilidad de caer a 26 si los representantes de Santiago del Estero deciden alejarse.

Con este mapa legislativo, Milei se entusiasma con una rápida sanción del Presupuesto y las reformas estructurales, y pretende que la presión pase de los ministros a los propios legisladores. Un ejemplo de esa tensión es el vínculo entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y la nueva senadora Patricia Bullrich, que ya tuvieron un cruce en la sesión de jura y sobre quien Milei quiere mantener "control político" para evitar sorpresas.

Sin embargo, el Congreso no es el único frente que concentra la atención presidencial. Su vieja disputa con el titular de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, volvió a escena. La foto de tregua sellada hace casi un año en Paraguay, con Karina Milei y Manuel Adorni, quedó en el pasado.

El escándalo por la consagración de Rosario Central como campeón, atribuida a una decisión "de escritorio" de Tapia y su mano derecha, Pablo Toviggino, y la sanción a Estudiantes de La Plata -por darle la espalda al club santafesino en un pasillo- reactivaron el conflicto político con la AFA.

Milei respondió con gestos públicos: posó con la camiseta de Estudiantes, compartió una imagen de Carlos Bilardo y Osvaldo Zubeldía y se dejó fotografiar con la casaca "pincha" sobre el sillón de Rivadavia mientras recibía al canciller israelí Gideon Sa'ar y a una delegación empresarial en Casa Rosada.

Tapia, por su parte, recordó los históricos enfrentamientos de Julio Grondona con distintos presidentes y reivindicó su fortaleza política: ya atravesó tres gobiernos y cuenta con el respaldo de la Conmebol -que lo ratificó como representante ante la FIFA- y del presidente del organismo, Gianni Infantino.

En este contexto, Milei decidió finalmente no viajar a Washington para participar junto a Trump del sorteo del Mundial que se jugará el año próximo en Estados Unidos, Canadá y México. Influyeron tanto la tensión con Tapia como la ausencia de una firma concreta del acuerdo comercial bilateral que se había anunciado con énfasis.

En la Casa Rosada, el Presidente está convencido de que buena parte de la hinchada está cansada de los manejos de Tapia y Toviggino, a quienes responsabiliza por influir en arbitrajes, ascensos y descensos. Pero también reconocen que cualquier intento de intervención de la AFA podría derivar en sanciones graves de la FIFA al fútbol argentino. Por eso, la estrategia se limita a investigaciones judiciales y presión política desde el Congreso.

Patricia Bullrich ya se perfila como la cara visible de esa ofensiva parlamentaria. Con experiencia en el vínculo con el fútbol durante sus dos gestiones como ministra de Seguridad, plantea "poner la lupa" sobre Tapia, Toviggino y los clubes.

En paralelo, avanza una causa judicial que investiga los vínculos de la financiera Sur Finanzas y el empresario Maximiliano Vallejos con Tapia, la AFA y varias instituciones deportivas. La fiscal Cecilia Incardona analiza una denuncia de la DGI por presunto lavado de dinero y evasión, que alcanza a siete clubes: Racing, San Lorenzo, Banfield, Temperley, Los Andes, Deportivo Morón, Excursionistas y Defensores de Glew.

En el entorno presidencial, muchos consideran que Milei no debería desgastarse en una pelea directa con Tapia que difícilmente pueda ganar. Prefieren que concentre su capital político en el Congreso, donde -admiten- se juega "la madre de todas las batallas" para el proyecto libertario.