Lejos de ser una moda pasajera, se trata de compuestos que cumplen funciones vitales para el organismo.
En los últimos años, los antioxidantes se ganaron un lugar protagónico en la investigación médica y en las recomendaciones de salud. Ellos neutralizan los radicales libres, moléculas inestables que dañan las células y aceleran el envejecimiento.
Estudios científicos señalan que una dieta rica en antioxidantes puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer, los trastornos cardiovasculares, la artritis, el párkinson o el alzhéimer. Incluso se investigan beneficios adicionales en problemas intestinales, osteoporosis y procesos inflamatorios. Los antioxidantes, en definitiva, se presentan como una de las defensas naturales más poderosas con las que cuenta el cuerpo.
En condiciones normales, el organismo produce radicales libres como parte de su metabolismo. Sin embargo, cuando se acumulan en exceso se genera un fenómeno llamado "estrés oxidativo", estrechamente vinculado al envejecimiento celular. Allí entran en juego los antioxidantes, capaces de bloquear y neutralizar estos compuestos antes de que dañen las membranas celulares o el ADN.
El cuerpo cuenta con enzimas propias que ayudan en esta tarea, pero muchas veces no alcanzan. Por eso, resulta clave la incorporación de vitaminas, minerales y fitoquímicos a través de los alimentos. Estas sustancias no trabajan de manera aislada: se potencian entre sí y logran un efecto protector más robusto cuando la dieta es variada y equilibrada.
Entre los nutrientes más estudiados se encuentran:
Una de las grandes ventajas de los antioxidantes es que están presentes en alimentos cotidianos. Las frutas y verduras frescas, de distintos colores, son la principal fuente. La cocción adecuada puede mejorar la absorción, como ocurre con la zanahoria al vapor, mientras que los procesos prolongados o el congelado prolongado reducen parte de su poder.
Algunos ejemplos destacados:

Salir de fiesta y tomar unas cervezas es algo habitual, pero cuando la conducta de un amigo siempre termina en violencia, hostilidad o cruces de límites, la diversión deja de ser tal. Expertos en salud mental explican cómo reconocer las señales de alarma y qué pasos dar para proteger la relación y la propia salud emocional.