Una lluvia histórica azotó la provincia durante el último fin de semana, igualando el registro de precipitaciones más alto del invierno desde 1956. Granizo, nieve en el llano y evacuaciones marcaron un evento que superó todos los pronósticos.
Durante el último fin de semana de agosto, Mendoza vivió una de las tormentas más intensas de las últimas décadas. Lo que comenzó como una típica lluvia de la temporada terminó convirtiéndose en un fenómeno meteorológico extraordinario: la tormenta de Santa Rosa dejó 50 milímetros de agua acumulada en apenas dos días, igualando el récord histórico de 1956.
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Se trata de la alerta 4/2025.
El doctor en meteorología Maximiliano Viale explicó que el evento comenzó con tormentas dispersas y granizo localizado -más propio del verano- y culminó con una nevada en el llano, algo completamente inesperado para esta época del año. "El granizo y la nevada no estaban en los pronósticos por su rápida formación", señaló el especialista.
Las cifras fueron impactantes: 73 mm en Malargüe, 68 mm en San Rafael, 75 mm en San Martín y 54 mm en el Observatorio de Mendoza. En una región caracterizada por su clima árido, estos valores son excepcionales.
La tormenta no solo dejó registros meteorológicos, sino también consecuencias humanas. Defensa Civil informó más de 1.700 intervenciones en toda la provincia. San Carlos y Tunuyán fueron los departamentos más afectados, con más de 350 asistencias cada uno. En total, 34 personas debieron ser evacuadas.
El fenómeno de Santa Rosa, que suele anticipar la llegada de la primavera con lluvias intensas, esta vez se presentó con una fuerza inusitada. Mendoza no solo se mojó: se sacudió, se cubrió de granizo y nieve, y volvió a escribir una página en su historia climática.