Un hombre de Junín de los Andes atacó dos veces a su expareja en una semana, a pesar de una orden de restricción. La justicia lo liberó con otra medida perimetral.
El 1 de marzo, un hombre identificado como N.A.Q.F. irrumpió en la casa de su expareja, la golpeó y la amenazó. No era la primera vez. Sin embargo, esta vez había un agravante: ya tenía una orden de restricción vigente. Siete días después, el 8 de marzo, la buscó otra vez y la agredió en una cabaña.
Pese a la brutalidad de los hechos, la justicia optó por darle otra oportunidad: en vez de prisión preventiva, le fijaron una nueva perimetral, reduciendo la distancia mínima a solo 150 metros.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la fiscal Elizabeth Pellicer relató la gravedad del caso: el agresor golpeó a la mujer cuando intentó salir de su casa a las 6 de la mañana, dejándola con lesiones. A pesar de la prohibición de acercamiento, una semana después volvió a atacarla en un complejo de cabañas de Junín de los Andes.
El juez de garantías Juan Pablo Balderrama avaló la acusación, pero no ordenó su detención. En cambio, impuso nuevas restricciones por tres meses, reduciendo la distancia de prohibición a 150 metros en lugar de 500.
Mientras tanto, otro caso de violencia de género llegó a juicio en Cutral Co. Un hombre fue condenado por privación de la libertad y lesiones leves agravadas, aunque el tribunal descartó el abuso sexual por "falta de pruebas".
Según la fiscalía, el 23 de febrero de 2024, el acusado secuestró a su expareja, la golpeó, la torturó y la abusó sexualmente en su domicilio. La mantuvo encerrada hasta el 26 de febrero, sin teléfono ni posibilidad de pedir ayuda.
Un mes después, el 21 de marzo, la atacó nuevamente. La golpeó con un arma, le arrebató a su hija y la obligó a subir a su auto. En el camino, la mujer logró escapar y denunciarlo.
El tribunal, integrado por los jueces Chavarría Ruíz, Trincheri y la jueza Deiub, resolvió condenarlo, pero solo por privación de la libertad y lesiones, absolviéndolo del abuso sexual y del primer secuestro. "No todos los hechos pudieron ser acreditados", argumentaron.
El presidente del Concejo Deliberante, Alberto Ariaudo, llegó armado al edificio municipal, amenazó a la intendenta Salzotto y golpeó a un funcionario. La Justicia pidió su detención.