Los representantes del organismo internacional se encontrarán cara a cara con Luis Caputo, que volvió al país. El Gobierno estima que necesitaría como mínimo USD 11.000 millones para recomponer las reservas.
Los miembros del staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaron a la Argentina y el Gobierno se prepara para retomar, esta misma semana, las negociaciones presenciales y tratar de alcanzar un nuevo acuerdo financiero.
La Argentina le debe al FMI alrededor de US$43.000 millones, que las autoridades locales buscarán refinanciar con la firma de un nuevo programa de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés). El objetivo oficial es que el acuerdo esté cerrado antes del primer cuatrimestre del año.
El ministro de Economía, Luis Caputo, también llegó al país después de acompañar al presidente Javier Milei en la ceremonia de asunción de Donald Trump en Estados Unidos. A diferencia del año pasado, Caputo no viajó con el Presidente a Davos, el foro económico que reúne cada enero en Suiza a los ejecutivos de las empresas multinacionales más grandes del mundo. El regreso del ministro está vinculado a la presencia de la misión técnica del FMI en la Argentina.
"Ya en Buenos Aires. Excelente el viaje a Washington. No pude acompañar al Presidente a Davos porque serán tres días de mucho trabajo entre la misión del Fondo, la licitación por adhesión anunciada ayer y medidas que estamos terminando de diseñar desde la Secretaría de Comercio", explicó Caputo en la red social X.
El último programa de facilidades extendidas con el Fondo terminó en 2024 de manera abrupta, ya que no se llevaron adelante las novena y décima revisiones finales que estaban pautadas. Eso hubiera permitido un desembolso de aproximadamente US$1000 millones que nunca se efectivizó.
El Gobierno sobrecumplió en su primer año de gestión dos de las tres metas que estableció el FMI: consiguió el superávit financiero después de ajustar casi cinco puntos del PBI en tan solo 12 meses y terminó de cuajo con la emisión monetaria. Sin embargo, no logró acumular la cantidad de reservas que estaban pautadas y el Banco Central se mantiene con un balance neto negativo en torno a US$6000 millones.
Este sería el principal eje de discusión entre los técnicos del FMI y la Argentina, ya que históricamente el organismo siempre pidió un tipo de cambio libre que permita la acumulación de reservas. El Gobierno, por caso, todavía mantiene el tipo de cambio blend, que le otorga a los exportadores la posibilidad de liquidar el 20% de los dólares obtenidos del exterior en el contado con liquidación (CCL). Si bien esto ayuda a mantener la brecha cambiaria contenida en torno al 15%, también ralentiza el ritmo de acumulación de reservas del Banco Central.
El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, quien generalmente lidera las reuniones técnicas de la entidad monetaria con el FMI, hizo una presentación donde, además, detalló que el Banco Central vendió US$619 millones en la primera quincena del mes para colaborar con la estabilidad de los tipos de cambio financieros.
El Banco Central reemplazó el desembolso pendiente del FMI por la colocación de una línea de financiamiento de US$1000 millones de cinco bancos internacionales a través de una operación de pase pasivo (repo), que implicó otorgar como garantía alrededor de US$1700 millones de bonos Bopreal, según estimaciones de la consultora 1816. El préstamo tiene un plazo de dos años y cuatro meses, a una tasa anual de 8,8%.