El Gobierno pretende bajar de 2% a 1% el ritmo de depreciación mensual del peso. Sin embargo, la suba de la divisa estadounidense en Brasil hace más difícil avanzar en ese camino. Qué dicen los especialistas.
El real continúa devaluándose en Brasil, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Lula Da Silva por contener la caída. La depreciación de la moneda del país vecino supera el 25% en lo que va del año y se profundizó desde la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, ya que se espera que el dólar se fortalezca a nivel global.
La fuerte depreciación del real pone en duda la intención de Javier Milei de reducir al 1% el ritmo de suba del tipo de cambio oficial para profundizar la baja de la inflación, ya que eso encarecería todavía más al peso contra la moneda brasileña. "La devaluación del real le pone presión a la baja al tipo de cambio real porque implicaría una mayor apreciación del peso y complica la idea de ir bajando el crawling peg en el corto plazo, si es que esa idea estaba muy firme", sostuvo Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores.
Y agregó: "El mismo Milei señaló la semana pasada la preocupación de que una apreciación muy fuerte le 'mande muchos sectores a la quiebra'. Obviamente, lo dijo por lo que considera que está haciendo bien su Gobierno pero también influye lo que hacen mal los socios comerciales y su impacto sectorial puede ser importante".
El índice de tipo de cambio real bilateral que elabora el Banco Centralentre la Argentina y Brasil había llegado a superar los 163 puntos en diciembre del año pasado, tras el ajuste que el Gobierno hizo en el precio del dólar apenas asumió. Sin embargo, la devaluación del país vecino junto con el ancla cambiaria local fueron deteriorando esa relación y hoy el indicador está en 73 unidades, algo por debajo del registro previo al cambio de gestión.
"Es de esperar que el Gobierno modere la señal de baja de tasa de crawlporque estaría acelerando ese proceso de apreciación del peso inducido ya no porque la inflación corra por arriba del crawl sino por el debilitamiento de la moneda de Brasil y de otros países con los que comerciamos", completó Repetto.
Este martes, el real cerró a 6,16 por dólar, aún cuando el Banco Central de Brasil (BCB) vendió más de US$3000 millones en el mercado para tratar de contener la devaluación. La semana pasada, la entidad también había subido 100 puntos básicos la tasa de interés para llevarla a 12,25% y prometió más aumentos en las próximas reuniones. Así, buscó dar una señal de contracción monetaria para mejorar las expectativas.
"El comunicado que acompañó a la decisión de suba de tasas del BCB profundizó las dudas respecto de la consistencia del paquete fiscal recientemente anunciado, a lo que se sumó la incertidumbre sobre la salud de Lula y las especulaciones respecto de su capacidad para ir por una reelección", señalaron en la consultora Outlier. El mandatario brasileño había anunciado una cantidad de exenciones al impuesto a la renta, junto con un recorte del gasto público mayor a los US$11.000 millones en dos años.
Por su parte, Aurum Valores explicó que parte de las dudas radican en que la próxima decisión del BCB sobre la tasa de interés ya no será presidida por el actual titular de la entidad, Roberto Campos Neto, sino por el elegido de Lula, Gabriel Galípolo, que asumirá en enero.
"El mercado continúa mostrando su desconfianza sobre la economía del Brasil, con una inflación en ascenso y con anuncios en materia fiscal poco satisfactorios y con Lula pareciendo más inclinado a promover el crecimiento económico que a hacer orden en términos fiscales", indicó la casa de Bolsa en su reporte diario.
De todos modos, el mercado espera que la devaluación se modere en 2025. Una encuesta entre fondos de inversión realizada y difundida por Bank of America indicó que los gestores de capitales esperan que el tipo de cambio brasileño se aprecie desde el valor actual y termine 2025 en 6 reales por dólar. Esa proyección mostró aumentos, tanto en comparación con la estimación de noviembre (5,70) y como de octubre (5,30).