Las imágenes personales de Bashar y Hafez Al Assad, halladas en mansiones abandonadas, desataron odios y burlas entre los sirios.
Hace apenas unas horas, varias fotos personales de BasharAl Assad emergieron tras la caída del expresidente sirio. Las imágenes fueron encontradas en sus mansiones abandonadas en las colinas de Damasco y Alepo, lo que provocó burlas y comentarios de los sirios.
Estas fotos revelan detalles poco conocidos de la vida privada del exmandatario y su familia, desbaratando la imagen de poder y control que la dinastía Assad construyó durante años.
Las imágenes, que muestran momentos cotidianos de la familia Assad, incluyen fotos de Hafez, el padre de Bashar, posando en ropa interior de manera poco común, como si fuera un fisicoculturista. También se ve a Bashar en situaciones informales, como posando en ropa interior, en traje de baño o sobre una motocicleta.
En otras fotos, se muestra a Bashar en una cocina, vestido solo con ropa interior blanca y una camiseta sin mangas. Estas fotos, que antes estaban guardadas en los álbumes familiares, ahora circulan por las redes sociales.
Para muchos sirios, estas imágenes no solo son motivo de burla, sino también una oportunidad de desahogo tras años de represión. Bajo el régimen de Assad, millones de personas sufrieron encarcelamientos, desplazamientos y persecuciones por criticar al gobierno. En este contexto, las fotos de un Assad en situaciones informales se convierten en un símbolo de la desconexión entre la familia en el poder y las dificultades del pueblo sirio.
El periodista Hussam Hammoud, en un comentario sobre las imágenes, expresó: "¿Qué tienen los Assad con ser fotografiados en ropa interior? Muy interesado en conocer la fantasía detrás de esto". La burla se extiende a las redes sociales, donde las fotos se comparten rápidamente.
Tras la caída del régimen, las mansiones de Assad fueron despojadas de objetos de valor por los sirios que ingresaron a ellas. En sus recorridos por las propiedades, se encontraron además con decoraciones lujosas y jacuzzis, símbolos de la opulencia de la familia Assad, que contrastan con la pobreza y las dificultades que enfrenta la mayoría de la población siria desde el inicio del conflicto en 2011. Entre los objetos encontrados, las fotos familiares fueron de las primeras en ser expuestas al mundo.
En una de las fotos más llamativas, se muestra a Bashar en un barco con un grupo de personas, mientras bromea con una niña sentada sobre sus hombros. En otro retrato, aparece junto a su primo, Ihab Makhlouf, quien lleva una camiseta con la imagen de Hitler. Estas fotos han dejado al descubierto una realidad diferente a la imagen pública construida por la familia Assad durante años.
La aparición de estas imágenes marca un cambio importante en la narrativa sobre el régimen de Assad, mostrando al líder sirio en momentos de intimidad que contrastan con la figura autoritaria que representó. En este sentido, las fotos no solo sirven como un medio de burla, sino también como una forma de recordar el largo sufrimiento de aquellos que vivieron bajo el control del régimen.