Las tasas en pesos le ganan al avance del tipo de cambio oficial y a la suba de las cotizaciones financieras. Mientras la ecuación se mantenga, los retornos en moneda servirán para comprar cada vez más divisas.
En tiempos de dólar tranquilo, brecha cambiaria en mínimos y tasas en pesos que le ganan a la devaluación, la estrategia preferida entre los inversores es el carry trade. Esto es, conseguir ganancias en dólares con instrumentos en pesos como las Letras capitalizables que emite el Tesoro (Lecap) o, incluso, los plazos fijos. Los retornos serán más altos si el Gobierno frena, como anticipó Javier Milei, la depreciación del tipo de cambio oficial.
Nery Persichini, jefe de Investigación y Estrategia de GMA Capital, estimó las ganancias en dólares (medidos al tipo de cambio contado con liquidación) que dieron esos dos instrumentos en los últimos meses. Solo en lo que va de noviembre, las Lecap rindieron 10,3% en moneda dura y los plazos fijos (según la tasa promedio Badlar que recopila el Banco Central) tuvieron un retorno de 7%.
Un punto de inflexión para la estrategia de carry trade fue el ingreso a lo que el Gobierno llamó la "fase 2? del plan de estabilización y en la que el Banco Central empezó a intervenir con reservas en el dólar financiero. La decisión se comunicó a mediados de julio, cuando la brecha cambiaria había llegado a máximos de la gestión y el dólar blue tocaba los $1500.
La señal fue leída por el mercado como una garantía de que el tipo de cambio paralelo no se escaparía de la zona de los $1200, nivel en el que el equipo económico se había mostrado cómodo, mientras el oficial seguiría con su suba de 2% mensual. En otras palabras: se interpretó como un "seguro de cambio" para sostener la demanda de instrumentos de inversión en pesos cuyas tasas, además, empezaron a estar cada vez más cerca de ser positivas por la disminución de la inflación.
Quienes creyeron en aquel anuncio oficial y cambiaron la dolarización por las tasas en pesos en ese momento, tuvieron ganancias muy importantes. En los números de Persichini, desde el 12 de julio las Lecap rindieron 63,9% en dólares, mientras que el retorno de los plazos fijos llegó a 48,2% en moneda dura.
El carry trade no es una novedad en el mercado financiero argentino, sino que hubo varios episodios en el pasado. El más reciente fue durante el gobierno de Mauricio Macri y estuvo impulsado por las Lebac que emitía el Banco Central conducido en ese entonces por Federico Sturzenegger.
De todos modos, las ganancias actuales más que duplican a las de aquel momento. De acuerdo con GMA Capital, transcurrido el primer año del mandato de Macri, el carry trade con plazos fijos había dejado retornos menores al 30% en moneda estadounidense. En el mismo período de la gestión de Javier Milei, los rendimientos están por encima del 60%.
Cuando en 2018 los inversores del exterior decidieron desarmar sus posiciones en pesos y salir del mercado local hubo una fuerte demanda de dólares que derivó en la restauración de las restricciones cambiarias y el pedido de un préstamo al FMI. Los analistas explican que hoy, a diferencia de aquel momento, hay cepo cambiario -que limita la demanda de dólares en el mercado oficial- y aseguran que la mayor parte de los inversores que están haciendo carry trade son locales, por lo que su capacidad de dolarizarse está acotada.
Hoy, una Lecap rinde alrededor de 2,8% mensual y la tasa de un plazo fijo promedia 2,9%. Mientras, el dólar oficial se mueve 2% por mes y el paralelo está estable o incluso baja. Esas diferencias entre la tasa de interés en pesos y la de devaluación son la base de la estrategia de carry trade.
El objetivo de esta estrategia es que al finalizar el período de inversión en moneda local, los pesos obtenidos puedan comprar más cantidad de dólares, ya sea en el mercado oficial o en los paralelos. Los riesgos son dos: por un lado, que la tasa baje, ya sea por condiciones del mercado o por una decisión del Banco Central; por otro, que el dólar se acelere y las ganancias se evaporen.
Si el Gobierno cumple con el anuncio de frenar aún más la suba del tipo de cambio oficial y no toca las tasas de interés en pesos, habrá carry trade para rato. No obstante, es difícil saber de antemano si ese escenario se dará y, sobre todo, cuándo puede terminar la ventana de oportunidad para conseguir retornos en moneda local que le ganen al dólar. Por eso, esta estrategia no es para inversores poco experimentados, ya que requiere una administración muy activa de la cartera. (Ambito).