Con 37 años en el cargo, el magistrado era cuestionado designar a familiares en la Justicia. Además, de llevar adelante algunas maniobras irregularidades que surgen a partir del tráfico de influencias y de nepotismo.
Pedro Llorente, el juez con una "eterna" trayectoria en la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, presentó su renuncia este viernes, abriendo una nueva vacante que deberá ser cubierta por el gobernador Alfredo Cornejo. El magistrado, de 82 años pondrá fin a su extensa carrera judicial el 28 de febrero de 2025.
Llorente fue designado en 1987 por el entonces gobernador Felipe Llaver y ha sido una figura clave en el máximo tribunal de la provincia durante 37 años, atravesando sucesivos cambios de administración. Actualmente, forma parte de la Sala I, compartiendo funciones con Teresa Day y Julio Gómez. Su renuncia será formalizada ante el gobernador este viernes al mediodía, según trascendió en fuentes judiciales.
A pesar de haber sido intimado a jubilarse por la Anses en 2021, Llorente extendió su labor en la Justicia por tres años más. Ahora, se retira como el último miembro de la Corte designado por Llaver en la vuelta a la democracia, tras la jubilación de sus colegas Aída Kemelmajer de Carlucci y Jorge Nanclares.
Más allá de esa falta de "apego" a su labor, muchos señalan al magistrado de estar involucrado en algunas maniobras irregularidades que surgen a partir del tráfico de influencias y de nepotismo, a lo que algunos suman la connivencia de un grupo de relatores judiciales que están bajo su órbita.
Según relatan en los pasillos del cuarto piso de ese edificio, donde precisamente tienen sus despachos los siete miembros de la Corte, han salido a la luz los beneficios de lo que denominan una bolsa de trabajo liderada por el juez, quien ha repartido empleos a varias personas con el mismo apellido del profesional del derecho.
De acuerdo a lo informado por agentes judiciales, Llorente, ha tenido activa participación en la designación de varios familiares en puestos del Poder Judicial mendocino.La Oportunidad de Cornejo
Ahora, la salida de Llorente representa una nueva oportunidad para Alfredo Cornejo, quien ya ha tenido la responsabilidad de nombrar jueces para la Corte mendocina. En 2016, designó al penalista José Valerio tras la renuncia de Hernán Salvini, y en 2018, nombró a Dalmiro Garay, su entonces ministro de Gobierno, en reemplazo de Alejandro Pérez Hualde.
La más reciente incorporación a la Corte, en 2020, fue realizada por el gobernador Rodolfo Suarez, quien eligió a Teresa Day en lugar de Jorge Nanclares. La asunción de Day fue motivo de controversia, ya que se llevó a cabo de manera discreta y sin la tradicional ceremonia pública.
El Gobierno provincial ya estaba al tanto de la inminente renuncia de Llorente, que había sido anticipada por su estado de salud tras una internación por Covid en 2020 y por la notificación de la Anses. Ahora, queda en manos de Cornejo decidir quién ocupará el lugar del juez más veterano de la Corte, un paso importante en la configuración del máximo tribunal provincial.