Desde hace años que un equipo de investigadores, liderado por el profesor del del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Ömer Yilmaz, ha explorado el impacto del ayuno intermitente en la salud intestinal. Esto fue lo que descubrieron en un reciente estudio publicado en Nature.
El ayuno intermitente es un método que consiste en la restricción de alimentos por un lapso determinado de tiempo y que, durante los últimos años, ha adquirido gran popularidad entre quienes buscan perder peso.
Se ha demostrado en varias investigaciones que este régimen puede traer efectos positivos en la salud, como retardar la aparición de algunas enfermedades y alargar la vida.
Pero más allá de esas ventajas, los mecanismos biológicos que se esconden detrás de esos beneficios han sido mayoritariamente desconocidos.
Hace unos años investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, sugirieron que una de las maneras en que el ayuno intermitente tiene sus efectos beneficios es impulsando la capacidad regenerativa de las células madre intestinales. Eso ayuda al intestino a recuperarse de inflamaciones u otros daños.
En un nuevo estudio, que realizaron en ratones y que fue publicado el pasado 21 de agosto en la revista Nature, científicos lograron descubrir cuál es la vía que permite esa regeneración, la que se activa una vez que los roedores reanudaron su alimentación tras el régimen. También se identificó que una mayor actividad de células madre del intestino no es gratuita, ya que puede traer riesgos para la salud.
“Tener más actividad de células madre es bueno para la regeneración, pero un exceso de algo bueno a lo largo del tiempo puede tener consecuencias menos favorables”, detalló en un comunicado Ömer Yilmaz, profesor asociado de biología del MIT y autor principal del estudio.
Desde hace años que el equipo dirigido por Yilmaz ha buscado comprender cómo es que el ayuno y las dietas bajas en calorías pueden impactar en la salud intestinal.
Durante una investigación realizada en 2018, los investigadores descubrieron que, cuando se realiza ayuno, las células madre intestinales pueden usar lípidos como fuentes de energía en vez de carbohidratos. Además de eso, lograron demostrar que esta práctica favorece el aumento de la capacidad regenerativa de las células madre.
Pero aún tenían pendiente descubrir cómo es que el ayuno provoca esa alza en la actividad de las células madre y en qué momento ocurre.
“¿Es el ayuno en sí mismo lo que impulsa la regeneración o es la alimentación después del ayuno?”, se preguntaban el profesor del MIT y sus colegas.
Para abordar esas interrogantes, el equipo liderado por Yilmaz estudió tres grupos de ratones: uno que ayunó durante 24 horas, otro que ayunó por 24 horas y luego se le permitió volver a comer por un día, y por último, uno que pudo comer cuando quisiera mientras durara la investigación.
Una vez que terminaron el experimento, el paso siguiente fue estudiar la capacidad de proliferación de las células madre intestinales de los roedores en distintos momentos.
Ahí identificaron que las células madre se multiplicaban a un ritmo mucho más acelerado en el grupo de ratones que habían realizado ayuno por un día completo y luego habían tenido la opción de volver a alimentarse por el mismo lapso de tiempo.
La proliferación fue mucho mayor al final del período de realimentación de 24 horas, es decir, cuando los roedores ya habían tenido la posibilidad de comer. Es por eso que el estudio sugiere que romper el ayuno es más beneficioso para la salud que en el ayuno en sí.