Analistas Editorial. Por WCH

LOS FORBES

"Son muchísimas las declaraciones de los popes del gobierno, donde se repiten los pedidos, las advertencias y los reclamos hacia ese grupo pequeñísimo, de muchísimo dinero y dudoso patriotismo", reflexiona este editorialista.

Domingo, 14 de Julio de 2024

"Bien, señores, estamos solos. Por mi parte, encuentro la situación en extremo estimulante".

WINSTON CHURCHILL

Guillermo Francos les reclamó esta semana inversiones a los empresarios: "Depende de ustedes que los argentinos tengan el bienestar económico que merecen". Agregaría en otra declaración: "Parece que a veces los mercados esperan medidas y no aceptan cierta razonabilidad".

Tiempo atrás, el 21 de marzo, el ministro de Economía Luis Caputo les pedía a los grandes: "Me gustaría que sean más héroes que nunca", y hace unas horas les sugirió a las principales fábricas alimenticias del país que "es el momento de apostar". El presidente Milei le diría a los empresarios argentinos que inviertan en el país: "No se duerman en los laureles".

Son estas y muchísimas más las declaraciones de los popes del gobierno, donde se repiten los pedidos, las advertencias y los reclamos hacia ese grupo pequeñísimo, de muchísimo dinero y dudoso patriotismo. Es toda una discusión filosófica si los grandes deben priorizar sus inversiones a los intereses del país. ¿Deberían cuidar sus empresas antes que ninguna otra opción? ¿Cuál es su obligación "profesional?

Para aportar algún tipo de claridad a este conflicto conceptual, voy a dar dos pequeños ejemplos que ocurren cerca nuestro: Brasil y Chile. Sin entrar en grandes explicaciones y aburridísimos detalles técnicos de cómo se mueven los grandes empresarios de esos países, daré solo una explicación conceptual. Lea y verifique. En esos países estas grandes empresas son absolutamente corporativas y establecen un camino que es el que recorrerán los gobiernos de turno. Tienden a priorizar y defender el desarrollo propio "DENTRO DEL PAÍS" porque interpretan que si le va bien al país, les va bien a sus empresas, y por ello, estas, venden más y valen más.

No hay componendas individuales, priorizan el conjunto y el desarrollo por sobre lo propio. Usted me preguntará: ¿Entonces son una sociedad de beneficencia? No, no se burle, no lo son. Ellos defienden a su país y le exigen a la política determinados comportamientos porque lógicamente los beneficia a ellos. Pero conceptualmente piensan, que mejor les va a ellos si mejor le va al país.

Cualquier parecido con la realidad argentina no sería una casualidad. Acá eso no ocurre. En estos pagos la premisa es... ¿Y la mía? ¿Se acuerda del crudo relato de Macri con respecto a sus ex pares? El expresidente lo escribía en su libro con un dejo de bronca y absoluta frustración. Sus amigos y excolegas le habían respondido con el bolsillo, el de ellos, por supuesto.

La respuesta a sus comportamientos la da Milei cada tanto y muy asiduamente: no van a cambiar, la de ellos está primero. Pero esa actitud ha llevado a que Argentina haya estado gobernada muchas veces por personajes que destruyeron la confianza y la seguridad jurídica de nuestra tierra sin que nadie, y sobre todo estos poderosísimos grupos, los frenara o se plantara enfrente. A cambio de sus silencios obtenían la de ellos, pero increíblemente estos riquísimos e inteligentes personajes no se daban cuenta de que esta imagen de país dada por estos demagógicos gobiernos hacía que sus empresas no valieran un PESO. Ganaban dólares momentáneos pero sus corporaciones bajaban a valores bajo cero. Acá hay algún estúpido, y me parece que ni cuenta se han dado.

Ahora se intenta lo mismo de siempre: "vamos muchachos, juéguensela por el país y exijan en consecuencia", no al revés. Bueno, ahí están los Forbes y acá está el resto, jugándosela por la Argentina de coraje, como dicen los mexicanos, sin grandes armas en una pelea dificilísima. ¿Y los que deberían estar al frente? Eso son el privilegiado público que los mira desde el ring side.

Hoy atentaron contra el expresidente y candidato Trump en el país de la democracia, donde cuatro presidentes fueron asesinados en su historia. Hay vestigios en la potencia del norte de grandísimos empresarios muy conservadores, que piensan también en la suya. ¿Habrá sido esto lo que originó la muerte del llorado Kennedy? No sé, pero ahí sí que cualquier parecido con la realidad es "pura coincidencia".

Bien señores, estamos solos, los de arriba están buscando la de ellos, que es la NUESTRA. Creo que llegó el momento de prepararnos para la crisis que sin duda va a ocurrir, porque esos grandes señores a veces cuentan con alguna ayuda política. Bienvenidos al barro. Veamos quien triunfa.

WCH