Según el último Informe Epidemiológico, 46 personas sufrieron una intoxicación con monóxido de carbono en lo que va del invierno.
Mendoza enfrenta un preocupante incremento en los casos de intoxicación por monóxido de carbono (CO), según un reciente informe epidemiológico del Ministerio de Salud y Deportes de la provincia. Los datos revelan una tendencia al alza, con cifras que, hasta la semana epidemiológica 28 (SE28) de 2025, se aproximan al total de casos registrados en todo el año 2023.
El informe, que abarca el período 2022-2025, destaca que 2024 fue el año de mayor incidencia, con un total de 127 casos confirmados, casi duplicando los 53 contabilizados en 2023. Un análisis detallado revela que el pico de intoxicaciones en 2024 se concentró en los meses de mayo (34 casos) y julio (35 casos), evidenciando una clara intensificación del riesgo durante la temporada invernal.
En lo que va de 2025 (hasta la SE28), se han confirmado 46 casos, acercándose a la cifra total de 2023. Particularmente alarmante es el registro de 22 casos solo en junio de este año, lo que subraya la necesidad de reforzar las medidas preventivas ante el avance de la temporada de frío.
El patrón estacional de las intoxicaciones por CO es un factor clave en esta problemática. Los meses de mayo, junio y julio acumulan la mayor proporción de casos, lo que confirma la estrecha relación entre las intoxicaciones y el uso de sistemas de calefacción durante el invierno.
El monóxido de carbono, un gas inodoro, incoloro e insípido, representa un grave riesgo para la salud pública. Su origen se encuentra en la combustión incompleta de materiales como gas natural, leña o carbón. Al ser inhalado, el CO se une a la hemoglobina en la sangre, impidiendo el transporte de oxígeno a los órganos vitales, lo que provoca una hipoxia silenciosa que puede tener consecuencias fatales.
Los síntomas iniciales de la intoxicación por CO son inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico temprano. Entre los síntomas más comunes se encuentran cefalea, náuseas, vómitos, fatiga, debilidad, mareos y confusión. En casos más graves, la intoxicación puede evolucionar a arritmias cardíacas, deterioro neurológico, pérdida de conciencia y, en última instancia, la muerte. Los lactantes, niños, adultos mayores y personas con enfermedades cardiovasculares o pulmonares son los grupos más vulnerables.
Ante esta situación, el Ministerio de Salud y Deportes de Mendoza reitera la importancia de adoptar medidas preventivas para evitar nuevos casos de intoxicación por CO. Dado que la mayoría de las intoxicaciones ocurren en el ámbito doméstico, el control y el buen uso de los artefactos de calefacción son fundamentales.
Ventilación: Asegurar una entrada constante de aire fresco en los ambientes, incluso con la calefacción encendida. Una abertura de 1 a 2 cm en una ventana puede ser suficiente.
Revisión anual: Solicitar la revisión de todos los artefactos a gas (calefones, estufas, calderas) por un gasista matriculado, preferentemente antes del inicio de la temporada invernal.
Uso adecuado de artefactos: Evitar el uso del horno o las hornallas de la cocina para calefaccionar la vivienda.
Atención a los síntomas: Ante la sospecha de intoxicación, ventilar inmediatamente el ambiente, apagar los artefactos de combustión y buscar atención médica urgente.
El informe subraya que la vigilancia epidemiológica y la detección precoz de las fuentes de emisión de CO son cruciales para el control y la prevención de esta problemática. Con 46 casos confirmados en lo que va del invierno, la provincia de Mendoza enfrenta un desafío de salud pública que exige la colaboración y la concienciación de toda la comunidad.