Las bajas temperaturas no solo incomodan: también pueden afectar órganos vitales. Expertos explican cómo cuidarnos del frío extremo sin alarmarnos ni subestimarlo
A medida que el hipotermia(cuando la temperatura corporal cae por debajo de los 35°C) o de congelamiento.
Según el dr. Haitham Khraishah, cardiólogo preventivo del Instituto Cardíaco y Vascular de los Hospitales Universitarios Harrington, "todos y cada uno de los sistemas del cuerpo pueden verse afectados con el frío". El cuerpo pierde calor por:
El Dr. E. John Wipfler III, médico de urgencias del OSF Healthcare St Francis Medical Center, explica que hasta el solo hecho de respirar exige un gasto térmico considerable.
Mayor riesgo de enfermedades respiratorias en personas con asma o EPOC.
Irritación de las vías aéreas por el aire seco.
Mayor circulación de virus en espacios cerrados.
Disminución de la respuesta inmunitaria por alteración de las mucosas.
En el caso de la hipotermia, los síntomas van desde escalofríos, somnolencia y torpeza mental hasta la pérdida de memoria o el impulso de quitarse la ropa al sentir un falso calor. "Una vez que dejas de tiritar, tus posibilidades de curarte desaparecen", advirtió Wipfler. La hipotermia requiere atención médica inmediata.
La prevención empieza con la ropa. Lo ideal es vestirse en capas, proteger cabeza, cuello, manos y pies, y no dejar piel al descubierto. Es preferible evitar las mantas eléctricas y no confiarse en la temperatura que marca el termómetro.
Recomendaciones clave:
"Lo que tu cuerpo está acostumbrado a experimentar es más importante que una cifra mágica", explicó Khraishah. Una misma temperatura puede afectar distinto a alguien del norte argentino que a una persona del sur.
El invierno no tiene por qué ser sinónimo de enfermedad. Con hábitos simples y atención a los síntomas tempranos, es posible evitar los riesgos del frío y pasar la temporada de forma segura.