Ya se habla de una figura de "consenso" que logre la unidad de la Iglesia. El cónclave empieza este miércoles.
Los 133 cardenales que elegirán al nuevo papa ya están en Roma. El último en llegar fue el cardenal indonesio Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, arzobispo de Yakarta. Todos se alojarán en la Casa de Santa Marta, la residencia elegida por el fallecido Francisco durante su pontificado.
El cónclave comenzará este miércoles. El gran favorito es hoy Antonio Tagle, el húngaro Peter Erdo, el guineano Robert Sarah y el francés Jean-Marc Aveline.
Pero en un cónclave todo puedo pasar. Los favoritos suelen volatilizarse durante las asambleas previas del cuerpo cardenalicio, las llamadas congregaciones generales, de la que participan todos los purpurados, incluso los mayores de 80 años que no tienen derecho a voto.
"Va a ser un pastor que mira a la unidad y a la integridad de la Iglesia", resumió el cardenal iraquí Raphael Sako, patriarca caldeo de Bagdad.
Se trata de un mensaje que podría dar paso a una figura de "consenso" que acerque las posiciones de progresistas y conservadores enfrentados durante el pontificado de Jorge Bergoglio.
Según trascendidos divulgados por la prensa italiana, en las últimas congregaciones generales se habló del perfil que deberá tener el futuro papa.
En resumen, el nuevo pontífice deberá ser "una figura cercana a la vida real de la gente, capaz de hacer de puente y de guía, de facilitar el acceso a la comunión a una humanidad desorientada y marcada por la crisis del orden mundial".
Parecen características propias del legado de Francisco. Pero también se destacó una gran preocupación por las divisiones dentro de la propia Iglesia.
En ese escenario, surgió el favoritismo del cardenal Parolin, una figura de marcado acento diplomático, moderada y respetada desde los extremos de la curia. Pero sus detractores destacan que se trata de un purpurado sin gran experiencia en el terreno y con mucha burocraciavaticana en sus espaldas.
Por eso, la prensa italiana cercana al Vaticano comienza a presentar un plan B que vaya más allá del grupo de favoritos para ser elegido papa. Entre ellos se destacan cinco cardenales:
Estos cinco cardenales son apenas un puñado de "tapados" que hoy están fuera de las listas de candidatos.
El grupo podría incluso extenderse a otros purpurados que hoy no son tenidos en cuenta, a escasas horas del inicio del cónclave.