Mientras Wall Street sigue castigando a los activos argentinos, el Merval también cae en la bolsa porteña.
Las turbulencias de este viernes en los mercados financieros, que comenzaron con una caída histórica de 5,8% en el Nikkei japonés, seguida del derrumbe de las bolsas europeas y bajas de 3% en el Nasdaq, alcanzaron a las acciones y bonos argentinos tanto en Nueva York como en Buenos Aires.
Los papeles de empresas domésticas que cotizan en Wall Street pierden hasta 12%, como es el caso del BBVA. El resto de los bancos pierden entre 5 y 6%, mientras que YPF retrocede 6%. La única argentina que se salva es Mercado Libre, que avanza casi 9% tras un muy buen balance presentado el jueves.
Los bonos argentinos en dólares están en rojo en Nueva York, con caídas de entre 0,90% y 1,5%. En la Bolsa local, retroceden hasta 3,4% (el AL30).
El Merval, en tanto, cae 3,4% en pesos y 4,7% en dólares. En Buenos Aires, las acciones que más pierden son también las de los bancos, en torno a 5%, pero las caídas son más reducidas que en Wall Street.
Los dólares también se recalentaron. El dólar MEP sube 1,7%, a 1.322,39, el contado con liqui avanza 1,2%, a $ 1.317,83 y el dólar blue avanza a $ 1.385.
Bolsa y ADRs
En el panel líder, el índice líder S&P Merval baja 3,4% hasta las 1.449.889,86 unidades, tras ceder en la rueda anterior y cerrar julio con una caída de 8%. Las acciones que más bajan son las bancarias, encabezadas por Banco Supervielle (-6,9%); BBVA (-5,8%) y Banco Macro (-5,1%).
En Wall Street, los papeles argentinos se hunden hasta 6%, liderados por el BBVA y seguido del Grupo Supervielle (-5,9%) Banco Macro (-5,8%); Grupo Financiero Galicia (-4,7%) e YPF (-4,6%).
Para el analista financiero Leonardo Svirsky esta baja se debe a que todos los mercados del mundo operan en rojo, Japón subió las tasas al 0,25% y el Nikkei cayó casi 6%. Además de todo, menciona que el índice de desempleo en Estados Unidos salió peor de lo esperado y las monedas del mundo se devalúan, especialmente Brasil y México. Todo ello, "son argumentos para que el mercado este negativo".
"La política monetaria de la región seguirá viéndose limitada por la prolongación de la inflación y una probable campaña de relajación monetaria poco profunda por parte de la Reserva Federal, y en algunos países persistirán las preocupaciones fiscales, ya que los elevados costes de financiación se traducen en elevados déficits fiscales globales", dice Thomas Haugaard, Portfolio Manager on the Emerging Markets Debt Hard Currency (EMD HC) de Janus Henderson.
En algunas entidades financieras, la tasa se ubica en 40% nominal anual, la misma de política monetaria.