. El proyecto demuestra la comprensión holística de Porsche de la economía circula
Porsche pretende recuperar valiosas materias primas de las baterías de alto voltaje después de su uso en vehículos. Con esta iniciativa, de momento enmarcada en un proyecto piloto, el fabricante de automóviles deportivos da importancia al reciclaje de estos componentes y promueve su manejo responsable. A largo plazo, prevé establecer una red de reciclaje de baterías en colaboración con socios externos. "Con la ayuda de procesos de reciclaje innovadores, esperamos aumentar nuestra independencia de los mercados volátiles y geopolíticamente inestables que nos proporcionan materias primas", afirma Barbara Frenkel, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Compras. "La economía circular es un pilar fundamental de nuestra estrategia de sostenibilidad y, con este proyecto piloto, queremos subrayar nuestras ambiciones". El proyecto piloto, que busca encontrar un proceso adecuado para su aplicación en serie, de divide en tres fases.
En la primera, las baterías de alto voltaje de los vehículos se trituran mecánicamente al final de su vida útil y se procesan para obtener la llamada "masa negra". La mezcla granulada resultante contiene valiosas materias primas como níquel, cobalto, manganeso y litio. Hasta ahora, se han producido alrededor de 65 toneladas de esta "masa negra".
En una segunda fase, la masa obtenida se refinará y separará en las materias primas esenciales para la producción de nuevas baterías. La pureza de los materiales reciclados es especialmente importante para Porsche a fin de fabricar baterías de alta calidad.
En la fase final del proyecto piloto, Porsche pretende producir celdas de batería de alto voltaje con una proporción definida de materiales reciclados y probar su uso en vehículos. El proyecto demuestra la comprensión holística de Porsche de la economía circular, dado que las materias primas se recuperan, procesan y reutilizan en nuevos productos. Esto puede prolongar el ciclo de vida de determinados recursos y reducir aún más el impacto medioambiental de la producción de baterías.
A pesar de su suspensión rígida y conducción espartana, sigue siendo un clásico admirado por coleccionistas y entusiastas de vehículos todoterreno. Valuado en 22.000 euros