Tiene un precio de mercado de 21.000 ? a 23.000 ?
El BMW Z3 (denominación interna E36/7) es un Automóvil deportivo producido por el fabricante alemán BMW entre los años 1996 y 2002.
Se trata de un biplaza de motor delantero longitudinal y tracción en las ruedas traseras, disponible en carrocería descapotable de techo de lona (Z3 Roadster) y cerrada (Z3 Coupé). La versión roadster es la más extendida, dado el mayor tiempo de producción que la versión coupé, que apareció dos años más tarde. De la primera se fabricaron en torno a 220 000 unidades en sus seis años de ventas, mientras que de la segunda tan solo se fabricaron en torno a 11 000 unidades, convirtiéndose en uno de los modelos más curiosos y exclusivos de la marca bávara.
El Z3 aparece después del BMW Z1, modelo que recuperó, tras algo más de treinta años, la producción y desarrollo en BMW de biplazas deportivos. El Z3 se inspira claramente en el legendario BMW 507 de 1955-58, diseñado por el famoso conde Albrecht Goertz y considerado por muchos como el automóvil más bello de la Historia. Se presentó por primera vez a la venta en el catálogo navideño de la elegante cadena norteamericana de tiendas Neiman Marcus y, tras aparecer como «coche Bond» en la película Goldeneye,1? su demanda creció considerablemente con casi 300 000 unidades fabricadas.
La forma más auténtica de conducir un BMW.
El carácter alemán del BMW Z3 se explica por su diseño, que cumple todos los criterios que distinguen a un roadster clásico de la década de los sesenta: facia larga, parte posterior corta, con defensas cortas, con las "caderas" o pasos de rueda claramente marcados. El potente motor se encuentra, por supuesto, adelante, mientras que la tracción se aplica en el eje posterior, tal y como se espera de un BMW. Y casi encima de ese eje, muy cerca del asfalto y sorprendentemente lejos del largo frente, se encuentran los asientos deportivos del biplaza. "La forma más auténtica de conducir un BMW". Ese fue uno de los titulares publicados por la prensa especializada después de una primera prueba de manejo, alabando la aparición del primer "roadster germano" genuino desde la época del legendario BMW 507. Recordando aquel modelo de ensueño de la época del milagro económico alemán, el Z3 también lleva las "branquias" en ambos lados, aunque esta reminiscencia sólo tiene una finalidad decorativa en el descapotable moderno, mientras que el coche original las llevaba como entradas de aire. Se sobreentiende que el Z3 está dotado de la tecnología más avanzada. Proviene de la serie 3 de BMW existente en la fecha de su aparición. Al principio, incluso se fabricó en la misma línea en la planta de BMW en Spartanburg (Carolina del Sur, EE. UU.). El chasis, los motores y numerosos componentes del habitáculo son de la serie 3 y, concretamente, la plataforma y los dos ejes son del modelo Compact de dicha serie. El Z3 es un modelo mimado por el éxito.
El Z3 debutó primero con un propulsor de cuatro cilindros y 115 CV (85 kW), tanto en la versión de 1800 cc, y en la de 1900 cc proveniente del BMW 318is. Este último fue el favorito de la clientela por su mayor potencia (140 CV, 103 kW), par motor más dinámico (180 N·m) y, sin duda alguna, también por su fascinante sonido. La predilección de los amantes de los descapotables por este ágil y juvenil modelo fue el producto de un amor a primera vista. El Z3 no pudo salir en mejor momento al mercado.
Prácticamente desde el principio pudo asumir el liderazgo en el segmento de los roadster. En su primer año se vendieron 46 000 unidades y en septiembre de 1999 salió de la fábrica el ejemplar número 200 000. Nadie se imaginó que en ese segmento, considerado un nicho del mercado, sería posible vender esa cantidad. El más puro placer de conducir. Pero el diseño del Z3 no contó con una aprobación generalizada al principio. Mientras que unos consideraron que su largo frente, la estrecha cintura y las salpicaderas abombados resultaban atractivos, incluso con un toque erótico, otros criticaron la combinación de líneas modernas y nostálgicas. Sin embargo, las diferencias de opiniones desaparecen como por obra de magia estando al volante del Z3, con el techo abierto y disfrutando del viento al conducir. En ese momento, se siente el más puro placer tomando curvas estrechas en carreteras sinuosas mientras el coche acelera como un felino en las cortas rectas para agazaparse y lanzarse sobre su presa, que es la siguiente curva. El Z3 parece estar pegado al asfalto, de lo que se ocupan su suspensión deportiva, el bajo centro de gravedad y la dirección muy directa. Pero para no correr riesgos, lleva incorporado de serie desde octubre de 1997 el sistema de control automático de la estabilidad y de la tracción ASC+T que evita que el coche empiece a derrapar. Además, está equipado con ABS y, posteriormente, también con el sistema de control dinámico de la estabilidad DSC, el sistema de seguridad de BMW que garantiza un máximo nivel de estabilidad al conducir.
La forma más auténtica de conducir un BMW.
El carácter alemán del BMW Z3 se explica por su diseño, que cumple todos los criterios que distinguen a un roadster clásico de la década de los sesenta: facia larga, parte posterior corta, con defensas cortas, con las "caderas" o pasos de rueda claramente marcados. El potente motor se encuentra, por supuesto, adelante, mientras que la tracción se aplica en el eje posterior, tal y como se espera de un BMW. Y casi encima de ese eje, muy cerca del asfalto y sorprendentemente lejos del largo frente, se encuentran los asientos deportivos del biplaza. "La forma más auténtica de conducir un BMW". Ese fue uno de los titulares publicados por la prensa especializada después de una primera prueba de manejo, alabando la aparición del primer "roadster germano" genuino desde la época del legendario BMW 507. Recordando aquel modelo de ensueño de la época del milagro económico alemán, el Z3 también lleva las "branquias" en ambos lados, aunque esta reminiscencia sólo tiene una finalidad decorativa en el descapotable moderno, mientras que el coche original las llevaba como entradas de aire. Se sobreentiende que el Z3 está dotado de la tecnología más avanzada. Proviene de la serie 3 de BMW existente en la fecha de su aparición. Al principio, incluso se fabricó en la misma línea en la planta de BMW en Spartanburg (Carolina del Sur, EE. UU.). El chasis, los motores y numerosos componentes del habitáculo son de la serie 3 y, concretamente, la plataforma y los dos ejes son del modelo Compact de dicha serie. El Z3 es un modelo mimado por el éxito.
El Z3 debutó primero con un propulsor de cuatro cilindros y 115 CV (85 kW), tanto en la versión de 1800 cc, y en la de 1900 cc proveniente del BMW 318is. Este último fue el favorito de la clientela por su mayor potencia (140 CV, 103 kW), par motor más dinámico (180 N·m) y, sin duda alguna, también por su fascinante sonido. La predilección de los amantes de los descapotables por este ágil y juvenil modelo fue el producto de un amor a primera vista. El Z3 no pudo salir en mejor momento al mercado.
Prácticamente desde el principio pudo asumir el liderazgo en el segmento de los roadster. En su primer año se vendieron 46 000 unidades y en septiembre de 1999 salió de la fábrica el ejemplar número 200 000. Nadie se imaginó que en ese segmento, considerado un nicho del mercado, sería posible vender esa cantidad. El más puro placer de conducir. Pero el diseño del Z3 no contó con una aprobación generalizada al principio. Mientras que unos consideraron que su largo frente, la estrecha cintura y las salpicaderas abombados resultaban atractivos, incluso con un toque erótico, otros criticaron la combinación de líneas modernas y nostálgicas. Sin embargo, las diferencias de opiniones desaparecen como por obra de magia estando al volante del Z3, con el techo abierto y disfrutando del viento al conducir. En ese momento, se siente el más puro placer tomando curvas estrechas en carreteras sinuosas mientras el coche acelera como un felino en las cortas rectas para agazaparse y lanzarse sobre su presa, que es la siguiente curva. El Z3 parece estar pegado al asfalto, de lo que se ocupan su suspensión deportiva, el bajo centro de gravedad y la dirección muy directa. Pero para no correr riesgos, lleva incorporado de serie desde octubre de 1997 el sistema de control automático de la estabilidad y de la tracción ASC+T que evita que el coche empiece a derrapar. Además, está equipado con ABS y, posteriormente, también con el sistema de control dinámico de la estabilidad DSC, el sistema de seguridad de BMW que garantiza un máximo nivel de estabilidad al conducir.