Analistas La columna de Antonio Ginart

Mientras vos remás, ellos cobran millones

Desde mayo, cada senador nacional va a cobrar más de 9 millones de pesos brutos.

Martes, 29 de Abril de 2025

¿Viste que todos estamos haciendo un esfuerzo enorme para que el país salga adelante? Bueno, parece que los senadores nacionales no se dieron por aludidos. Porque mientras el Gobierno ajusta el cinturón, mientras millones de argentinos laburan más y cobran menos, mientras se achican estructuras, se recorta la política y se busca reordenar el Estado, en el Congreso. se aumentan los sueldos. Sí, leíste bien.


Desde mayo, cada senador nacional va a cobrar más de 9 millones de pesos brutos. En mano, eso les deja entre 6,5 y 7 millones por mes. ¿Y sabés qué es lo más grave? No es que lo debatieron, no es que lo defendieron en una sesión pública. No. Lo hicieron por la vía del silencio. Dejaron que se venciera el congelamiento de dietas que regía desde el año pasado y se engancharon automáticamente a los aumentos de los empleados del Congreso. Una maniobra tan cómoda como silenciosa.

No hubo ni una palabra. Nadie salió a decir "che, esto no da". Ninguno tuvo el gesto de renunciar al aumento o plantear que no corresponde. Porque claro, cuando se trata del bolsillo propio, parece que las grietas desaparecen y todos se ponen de acuerdo rapidito.

Y no es que no haya problemas. La cosa no está resuelta. Todavía falta mucho para acomodar el país. Pero mientras la gran mayoría sigue poniendo el hombro, mientras hay sectores que se bancan recortes y esfuerzos, los senadores viven en una burbuja. Desconectados, privilegiados, cómodos.

Casi 10 millones de pesos por mes. ¿Te imaginás lo que haría un docente, un médico, un emprendedor, una pyme con esa guita? Bueno, nuestros senadores lo cobran por sesionar algunas veces al mes. Y con muchos asesores alrededor, claro.

Esto no es solo una vergüenza. Es un cachetazo. Porque si el ajuste lo paga siempre el de abajo, y el de arriba se sigue llenando los bolsillos, no hay salida posible. Por eso hay que decirlo fuerte: no puede haber país serio si sus representantes no dan el ejemplo. No puede haber República si los que legislan viven de espaldas a la realidad.

Acá no alcanza con discursos. Hay que mostrar empatía real. Y eso empieza por el sueldo.