Estoy cada vez más convencido de que es el loco más cuerdo del mundo, y con un enorme sentido común, el menos común de los sentidos., asegura el editorialista en relación al presidente.
“El Consejo de Seguridad debe estar dotado de la fuerza suficiente para imponer su voluntad. Sin la cooperación y el acuerdo entre las grandes potencias, la paz mundial no puede ser preservada. La alternativa a la cooperación es la catástrofe.”
Winston Churchill
Este enfoque refleja la idea detrás del poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU: asegurar que ninguna gran potencia sea obligada a aceptar decisiones que considere limitativas de su seguridad, intereses nacionales o beneficios económicos.
El derecho de veto es un poder que tienen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia (entonces la Unión Soviética) y China. Este derecho les permite bloquear cualquier resolución del Consejo, incluso si la mayoría de los demás miembros está de acuerdo. La inclusión de esta potestad fue uno de los compromisos clave en la creación de la ONU, para garantizar que estas grandes potencias aceptaran la cooperación internacional y el sistema de paz global que se buscaba establecer.
Winston Churchill, como uno de los principales líderes aliados durante la Segunda Guerra Mundial, jugó un papel esencial en las negociaciones que llevaron a la creación de las Naciones Unidas en 1945. Churchill, junto con otros líderes como Roosevelt (EE. UU.) y Stalin (Unión Soviética), reconoció la necesidad de crear un organismo internacional que pudiera mantener la paz y prevenir futuros conflictos globales.
Llevando esto al contexto local, el veto presidencial, si Milei decide utilizarlo, podría estar dirigido a leyes que considere que van en contra de su visión de un gobierno más austero, liberal y menos intervencionista. Los vetos presidenciales en Argentina permiten al presidente bloquear la promulgación de leyes sancionadas por el Congreso, aunque este último puede intentar superar el veto mediante una mayoría calificada.
Es decir, todo legal. Ahora bien, ¿Cuál es el motivo del mensaje opositor de considerarlo una decisión arbitraria y déspota? Ninguno. Es solo la intención de producir un desgaste en la consideración de los votantes respecto al presidente.
Haciendo un pequeño repaso, desde la aprobación de la ley de bases, todo ha sido violencia y oposición permanente por parte de muchos de los perdedores de las elecciones del año pasado. Solo basta con repasar la última semana: movilización y agresiones por el veto a la ley jubilatoria; dos inexplicables paros aeronáuticos por presuntos temas salariales de personajes que ganan más de cinco millones de pesos o, como nos enteramos más tarde, por no facilitarles el asiento “privilegiado”; presentaciones de proyectos de ley que en su origen no son más que una mayor erogación para el fisco de reducidos grupos (¿las necesidades no están en todos lados en Argentina?); o el rechazo al decreto del financiamiento de la SIDE. Todo es oportunismo político que busca obstaculizar a un gobierno que empieza a mostrar incipientes resultados positivos.
¿Y quiénes son? Bueno, los mismos de siempre: los kirchneristas, siempre destructores; una parte del radicalismo, donde aparecen conveniencias económicas particulares, como los Lousteau, Yacobitti y Manes de la vida, y algunos más que en otros tiempos formaron parte de ese gobierno transversal de la Sra., con quien después se pelearon a muerte y que hoy aparecen “sorpresivamente” votando juntos. ¿Estarán intentando volver de la peor manera?
Lo que sí es seguro es que el presidente le transmitió a una persona de su aprecio y confianza lo que luego se me compartió: “Yo tomo nota de cada uno y voy a ir por esos corruptos y traidores para que les caiga todo el peso de la ley, el poder y los votos. Hoy me puedo hacer el b…, pero yo vine por un motivo y es lo único que voy a perseguir. Vamos a persistir, ahora no solo por ideología, sino también por la gente que confía en que vamos a acabar con esta casta de mierda. Es una promesa…..”
Pego esa frase en mi pensamiento. Estoy cada vez más convencido de que es el loco más cuerdo del mundo, y con un enorme sentido común, el menos común de los sentidos.
Quizás es como escribía Henrik Tikkanen: “Una locura verdaderamente grande no puede lograrse sin una significativa inteligencia”. Lo que es más importante es saber interpretarla, ser significativamente inteligente para entenderla. Privilegios de pocos, como el sentido común.
WCH