"Yo no lo llamaría así. Lo han pasado muy mal".

WINSTON CHURCHILL

'El mes de julio de 1945, con los aliados victoriosos en Europa, fue muy particular para Churchill: perdió las elecciones generales británicas del 5 de ese mes. De pronto, el líder que había llevado a Gran Bretaña al triunfo, el que había salvado a la nación de los nazis, el que había conducido la guerra, era visto por los británicos como un político incapaz de llevar adelante la paz. Los resultados finales se conocieron el 26, durante el almuerzo de la familia Churchill. Lady Clementine sugirió que la derrota podía ser "una bendición disfrazada", y Churchill respondió: "Por el momento, parece disfrazada de manera muy eficaz". Renunció esa misma noche y su sucesor, Clement Attlee, formó el primer gobierno laborista mayoritario.'

Uno de sus amigos le hizo notar "la ingratitud del pueblo británico" y Churchill respondió: "Yo no lo llamaría así. Lo han pasado muy mal". El amigo anotó todo con minuciosidad y lo volcó luego en un libro, "The Struggle for Survival" (La lucha por la supervivencia). Era el doctor Charles McMoran Wilson, primer barón de Moran, médico personal de sir Winston y encargado tiempo después de dar la noticia de su muerte.

¿Cómo describir a la amistad? Si nos guiáramos por la fría letra, diríamos que es el "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato" (RAE). El trato es el que te lleva a conocer a alguien, comprenderlo e interpretarlo, lo cual no es lo mismo; puedes tener una idea incorrecta de alguien al que todavía no conoces.

Dicen que el secretario privado de Churchill, Sir Eddie Marsh, dijo: "La primera vez que conoces a Winston ves todos sus defectos, y el resto de tu vida te lo pasarás descubriendo sus virtudes". Este párrafo me lo envió una persona a la que aprecio y admiro; sin duda tiene los dos conceptos. Creo haberlos interpretado.

Aplicado todo esto a nuestra vida diaria, veríamos que confluyen dos temas: la comprensión y el respeto a través del tiempo, los cuales se deberían dar en todos nuestros actos. Esta semana vi a un presidente extremadamente enojado con los que deberían ser las personas que lo acompañan, algunos de ellos "los Forbes", gente a la que nos referíamos el domingo pasado, sus "amigos", los que deberían apoyar en forma pura. Desinteresada sería mucho. Ayer su enojo fue más allá y, con nombre y apellido, acusó a los que él considera son los que están traicionando a la patria, aquellos que, diría yo, no han visto sus "virtudes".

Y no señores, hay muchos Massa en todos lados, en los organismos internacionales y en los nacionales. Las quejas de muchos, contra funcionarios que amenazan, traban o perjudican empresas ya no dejan de sumarse. Es parte del enojo de Milei que muestra estos días. Los conspiradores están dentro y fuera; los más peligrosos son los propios, que no son propios. Datos han llegado a nuestros oídos que este fastidio ha llevado a decir basta. Una pronta depuración de estos catalogados "traidores" se iniciará.

Entre unos de estos actos está lo contado por un empresario al propio presidente con respecto a las amenazas y coerciones que recibe de un ente autárquico. Cuando se investigó ese preciso hecho, se descubrió que la maquiavélica acción se había gestado en el gobierno anterior, pocas horas antes de irse. Había que castigar a los que criticaban por ese entonces al defectuoso gobierno peronista. Nada es gratis, tenían que dañar y que se creyera que quien lo hacía era el ejecutor, o sea, el recién llegado gobierno. Furia en Olivos. Consecuencias en todos los cargos y dependencias.

En otros lares también están los que escriben duro, pero solo en algunas hojas y en otras son demasiado blandos o laxos. Loco mundo donde todo queda escrito y firmado por apoderados y algo más.

Sin duda es difícil llevar adelante un gobierno honesto sin la cantidad de gente necesaria; todos los lugares están impregnados por funcionarios anteriores, muchos de los cuales la corrupción los tiene capturados. ¿Cómo los reemplazás? ¿Cómo cubrís esos lugares? "Tienen que venir más cambios importantes", dijo el presidente a un importante funcionario de este gobierno. En su entrevista de ayer con Fantino, fue más a fondo y marcó lo que para él es el comienzo de una batalla definitiva. Una guerra más, pero quizás necesaria.

Hoy son tiempos difíciles como los que le tocaron a Churchill en su primer gobierno. Cuando la tormenta pasó se olvidaron de él, pero tiempo después la memoria de los ingleses les recordó que tenía muchas virtudes. Importante sería aprender de los anglosajones y no perder tiempo en pruebas condenadas al fracaso. Larga lucha nos espera a todos; saber quién es el que nos acompaña en estas batallas es importante y aún más poder confiar en el adlátere. Todo un desafío.

Creo que esta va a ser una batalla que la va a ganar quien más poder tenga y ejerza. Y no necesariamente quien lo posea hoy, sino quien la gente crea que tiene la "VIRTÙ" y el coraje. Muchos cambios, presumo, ocurrirán y los que hoy creen que son determinantes quizás mañana sean los juzgados. Recuerde que a los Judas no se los pelea, ellos se ahorcan "SOLOS". ¿Entendió esta última palabra?

WCH

LOS FORBES

Analistas

"Son muchísimas las declaraciones de los popes del gobierno, donde se repiten los pedidos, las advertencias y los reclamos hacia ese grupo pequeñísimo, de muchísimo dinero y dudoso patriotismo", reflexiona este editorialista.