En las últimas horas salieron a la luz los chats que el arquero Sebastián Sosa mantuvo con su esposa entre la noche del 2 de marzo y la madrugada del día siguiente. Se trata de una prueba que puede ser clave en la causa por abuso sexual en la que están acusados el uruguayo y otros tres exjugadores de Vélez.

Los chats entre Sosa y Stephani Correa comenzaron en la noche del 2, luego del partido entre Vélez y Atlético de Tucumán, y se extendieron hasta la madrugada del miércoles. 

Correa estaba en un cumpleaños y Sosa le escribía desde la habitación en la que también estaban Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín, los otros tres jugadores denunciados, que por estos días cumplen prisión domiciliaria en Tucumán.

Dos minutos antes de las 2 de la mañana, el arquero uruguayo le dice a su esposa que se va a dormir y se despide.

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El arquero uruguayo está involucrado como "participe secundario" en la causa de abuso sexual a una periodista.

Según trascendió, la joven que denunció a los futbolistas declaró que el abuso ocurrió aproximadamente entre las 00.40 y las 2 de la madrugada del 3 de marzo. 

Por ello se tata de una prueba clave para la Justicia, que ahora deberá analizar si Sosa estaba lúcido y qué tipo de participación pudo haber tenido en el vejamen. 

Respecto de lo que ocurrió en el hotel de Tucumán, Sosa comentó: "Yo seguí la nuestra ahí, me pareció que algo comentaron. Cuando miro, Florentín la estaba masajeando (a la denunciante), había música también, fue una cuestión de ellos. Estuvieron masaje va y masaje viene. Nunca la vi incómoda, en ningún momento. Se lo dije a ella, que no la vi mal".