El congresista mexicano Jesús "Chuy" García compite en dos semanas para convertirse en el primer alcalde latino de Chicago. En diálogo exclusivo con LPO, cuenta cómo cambio la ciudad que hoy tiene un 30% de población hispana y por qué quiere gobernarla.
"Hace ocho años estuve retando a un incumbente que reunía bastantes recursos financieros y políticos, tenía relaciones cercanas a la Casa Blanca y el presidente (Barack) Obama se pronunció a su favor. Él lo endosó y eso vino a decidir la elección". A los 66 años, después de haber sido comisionado en el condado de Cook y cumplido un mandato en el Congreso de Estados Unidos, Jesús "Chuy" García va por la revancha y piensa que el tiempo corre a su favor.
El mexicano que nació en Durango y llegó a Chicago con su familia cuando tenía apenas 10 años dice que ésta vez las condiciones están dadas. Él ya no es lo mismo, ganó una experiencia ejecutiva y legislativa importante; los latinos tampoco, ahora son el 30% de la población en la tercera ciudad más grande de Estados Unidos y ocupan lugares estratégicos en las instituciones. García es uno de los 8 candidatos que decidió anotarse para desafiar el próximo 28 de febrero a la actual alcaldesa demócrata, la afroamericana Lori Ligthfoot. Pero siente que su nombre se convertirá en una referencia nacional si la ciudad de Illinois elige por primera vez a un latino para que la gobierne.
¿Qué es lo que está en juego en esta elección en Chicago?
La ciudad está lidiando con una serie de retos que incluye la seguridad pública que afecta a cada parte de los vecindarios e impide retornar a una normalidad. Además, la economía no funciona como puede para generar más recursos para el bienestar de la ciudad, desde empleos a fuentes de ingresos para inversión en los vecindarios. La falta de seguridad también redunda en que inversionistas estén yendose a otras ciudades de Estados Unidos. Consecuentemente, la ciudad está en contracción en términos demográficos. También tenemos un reto con el sistema de educación pública. Históricamente la desinversión en zonas marginadas de la ciudad, en otras palabras las tasas de pobreza, especialmente en la comunidad de afrodescendientes y en otras también.
¿Cuál es a su criterio la relevancia nacional de la elección en Chicago?
Lo que está en la balanza es qué sendero va a tomar Chicago por un lado y por otro lado la oportunidad histórica de que Chicago elija a su primer alcalde latino, de origen mexicano, inmigrante. Uno de los factores por mi parte de entrarle a la contienda fue querer romper esa barrera y hacer historia porque creemos que también tiene significado que la comunidad latina, siendo casi el 20% de la población nacional, cuando menos en la tercera ciudad más grande de los Estados Unidos pueda tomar el timón, de liderazgo, de mostrar visión y capacidad de gobernar y de gobernar en coalición y colaboración con otras comunidades étnicas, la afroamericana, la europea y también la creciente comunidad asiática. Ese es el panorama demográfico diverso de Chicago. Yo siendo uno de los líderes políticos con mayor experiencia y relaciones pos pretendo ser el siguiente alcalde y compito en la elección que se lleva a cabo en dos semanas.
Lo que está en la balanza es qué sendero va a tomar Chicago. Es la oportunidad de que Chicago elija a su primer alcalde latino, de origen mexicano, inmigrante. Uno de los factores por mi parte de entrarle a la contienda fue querer romper esa barrera y hacer historia.
Los latinos son el 30% de la población de Chicago, pero la participación de votantes latinos tiende a ser mucho menor que la de afroamericanos y blancos. ¿Por qué?
Sí, esa es la realidad. Los factores principales que explican la baja tasa de participación de los latinos son dos. Uno es el factor migratorio, hay mucha gente que no es ciudadana todavía, no tiene el derecho al voto: eso afecta el porcentaje de quién es elegible para votar, afecta el padrón electoral. En segundo lugar, somos la población más joven en Chicago, quiere decir que hay muchos niños que todavía no cumplen la edad para poder votar, entonces eso limita nuestro poder. Estamos trabajando para superarlo, la comunidad sigue creciendo. Es un proceso lento pero estamos en una posición de poder triunfar porque hay 9 candidatos, incluyendo la alcaldesa incumbente y hay 6 candidatos afroamericanos en la contienda. Así es que si se crea una coalición entre latinos y afroamericanos, entre un pedacito del voto asiatico y europeo, así es la fórmula para poder pasar a la segunda vuelta. La contienda cambia dramáticamente en una segunda vuelta.
Un mexicano podría ser el próximo alcalde de Chicago
Se dice que los latinos son muchas veces indiferentes a la política. ¿Cuál es su mensaje para ellos en esta elección? ¿Por qué tendrían que ir a votar? ¿Con qué mensaje los está convocando?
En primer lugar, creo que los latinos nos encontramos frustrados por no poder realizar la reforma migratoria a nivel federal en Washington. Realmente conozco bien esa situación. Por otro lado, estamos exhortando a los jóvenes a participar e ir a las urnas porque tienen la oportunidad de abrir puertas, hacer una diferencia, tener un impacto y, a la misma vez, ayudarnos a crear coaliciones progresistas con otros grupos. Yo históricamente soy un candidato del cambio, progresista, a la izquierda del centro, he favorecido muchas políticas públicas que benefician a la gente trabajadora, al estudiantado, a los egresados o estudiantes universitarios, el acceso a la salud, la lucha contra el cambio climático y por supuesto la reforma migratoria. Son temas que tienen bastante resonancia con la población latina y hay un deseo, hay una corriente de aspiración en la cual la gente quiere romper la barrera de no haber tenido un alcalde o alcaldesa latina.
"Tenemos la oportunidad histórica de tomar el timón en la tercera ciudad más grande de Estados Unidos"
Dice que los latinos están frustrados por no haber logrado una reforma migratoria. ¿Todo se debe a la oposición republicana y a los jueces federales o también existe responsabilidad de la administración demócrata?
Bueno, el obstáculo principal está en el Senado de los Estados Unidos. Los republicanos no han querido apoyar una reforma migratoria integral. La comunidad y el movimiento pro inmigrante han sido frustrado en ambas cámaras pero las más recientes durante los últimos cuatro años han sido en el Senado. Hemos aprobado proyectos de ley que mueren en el Senado porque el Senado sucumbe a la posición xenófoba del Partido Republicano. Si no hubiese sido el caso, hubieramos pasado la ley del sueño que hubiera legalizado a los jóvenes DACA, hubiera pasado otra ley que hubiera extendido la legalización a trabajadores del campo y también otro proyecto que hubiese extendido mínimamente el derecho de trabajar y vivir en Estados Unidos, aunque no tuvieran residencia permanente. Estos son los proyectos de ley que aprobamos en la cámara baja y se estancaron en el Senado por la oposición republicana principalmente. Y para complicar las cosas, pos los tribunales federales no han sido favorables tampoco porque buscan terminar con DACA por ejemplo.
Entre las razones de la baja participación de los latinos son dos, está el factor migratorio, hay mucha gente que no es ciudadana todavía, no tiene el derecho al voto. En segundo lugar, somos la población más joven en Chicago y eso limita todavía nuestro poder.
¿Por qué dice que rivales suyos como el demócrata Paul Vallas quieren deportar a los migrantes y apelan a una retórica antilatina?
Esos candidatos que dicen que son demócratas pero que, cuando más importa, tienden hacia las posturas antiinmigrantes y xenófobas ahora buscan la alcaldía y quieren proyectarse como amigos de la comunidad latina pero creo que el carácter verdadero tiene que ver con pronunciamientos que han hecho en el pasado. Es el caso de Paul Vallas, donde él dice que los indocumentados deben ser aprehendidos y deportados a sus lugares de origen y que debemos cooperar con las que en aquel entonces eran las fuerzas del Departamento de Seguridad Nacional de Donald Trump. Ahora quieren ser amigos de los inmigrantes porque quieren votos de los latinos e inmigrantes de Chicago.