El presidente habló sobre la "batalla cultural", criticó al movimiento woke y destacó la labor de la Fundación Faro durante su discurso en la cena anual del organismo.
El presidente Javier Milei condenó el atentado terrorista islámico ocurrido en Australia, advirtió sobre el crecimiento del antisemitismo a nivel mundial y reivindicó la denominada "batalla cultural" durante su intervención en la cena anual de la Fundación Faro.
"El antisemitismo avanza y trasciende al propio pueblo judío: es una afrenta directa contra la libertad misma", afirmó el mandatario, al tiempo que expresó su solidaridad con la comunidad judía en Argentina y en el mundo. En ese marco, Milei sostuvo que la libertad es "el valor más sagrado de nuestra cultura occidental" y definió a los ataques terroristas como perpetrados por "enemigos acérrimos de la libertad".
Durante su discurso, el presidente cuestionó al movimiento woke, al que acusó de haber "exigido mirar para otro lado" frente a hechos de violencia y extremismo. "Nuestro deber es alertar con claridad que lo que está mal, está mal", subrayó.
En el plano regional, Milei felicitó a José Antonio Kast, al que definió como "flamante presidente electo de Chile", y consideró su triunfo como "una señal de que Sudamérica ha despertado y vuelve a vivir bajo las ideas de la libertad".
En materia económica, el mandatario sostuvo que "la macro es la suma de la micro" y respondió a críticas opositoras: "Si me critican por no mirar la micro, lo que quieren decir es que somos un gobierno honesto". Además, elogió públicamente al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, a quien calificó como "el mejor ministro de Economía de la historia".
Milei destacó también el rol de la Fundación Faro como "un verdadero baluarte de la batalla cultural" y agradeció a su presidente, Agustín Laje, y al intelectual Axel Kaiser por su labor en el cambio de paradigma cultural. "Nuestras armas son nuestras ideas y la trinchera está en cada ámbito de la vida cotidiana", concluyó el presidente, agregando que "hoy una idea no necesita ser verdadera para llegar lejos, sino atractiva. La izquierda lo sabe y ha sabido presentar sus mentiras como apetecibles".