El exgobernador de Tucumán abandonó la cárcel de Ezeiza. Se le impuso el uso de una tobillera electrónica.
Este miércoles, José Alperovich, exgobernador de Tucumán y exsenador nacional, comenzó a cumplir su prisión domiciliaria en un departamento del exclusivo barrio porteño de Puerto Madero, tras abandonar el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, donde estaba detenido desde mayo.
La medida fue autorizada por el juez Juan Ramos Padilla, el mismo magistrado que lo condenó a 16 años de prisión por delitos sexuales cometidos contra una sobrina y excolaboradora, hechos que ocurrieron entre 2017 y 2019.
Paradójicamente, el domicilio donde Alperovich cumplirá su arresto -en el Complejo Zencity- fue mencionado durante el juicio como uno de los escenarios de los abusos por los que fue condenado.
Para acceder a esta modalidad de detención, Alperovich debió cumplir una serie de condiciones impuestas por el tribunal:
En los fundamentos de su fallo, Ramos Padilla aclaró que la prisión domiciliaria "no es un beneficio excepcional ni un acto de clemencia, sino una herramienta legal" que se aplica bajo condiciones específicas. También dejó un mensaje directo al condenado: "Espero que Alperovich comprenda que el poder y el dinero no alcanzan para garantizar impunidad".
Durante el proceso judicial, la defensa del exmandatario presentó dos solicitudes previas para obtener una morigeración de su prisión, pero ambas fueron rechazadas por el tribunal oral y luego ratificadas por la Cámara de Casación Penal.
El caso Alperovich tuvo un fuerte impacto institucional y mediático, al tratarse de un exgobernador y figura política de peso dentro del oficialismo tucumano. La condena de 16 años marcó un precedente en materia de delitos sexuales cometidos por funcionarios de alto rango.