El Gobierno nacional decidió extender hasta julio de 2026 el esquema de segmentación de subsidios a las tarifas de luz y gas, que originalmente vencía este sábado 31 de mayo. La decisión se formalizará en las próximas horas mediante un decreto presidencial, según confirmaron fuentes oficiales. 

La segmentación, vigente desde 2022, divide a los usuarios residenciales en tres grupos según su nivel de ingresos: altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). Aunque el Ejecutivo había anticipado que avanzaría hacia una quita total de subsidios a partir de 2025, las condiciones del contexto energético y político llevaron a postergar esa medida.

Durante 2024, se aplicaron incrementos tarifarios significativos, y el Gobierno de Javier Milei planeaba que, desde enero de 2025, los usuarios comenzaran a pagar el precio pleno de la energía, manteniendo solo la tarifa social para los sectores más postergados. Sin embargo, esta definición fue pospuesta primero hasta el 31 de mayo de 2025 y ahora extendida nuevamente, en el marco del llamado "Período de Transición a Subsidios Energéticos Focalizados".

Recortes focalizados y transición hacia el sinceramiento tarifario

El Ejecutivo continúa aplicando recortes parciales a los subsidios. En los últimos días, la Secretaría de Energía quitó el beneficio de Zona Fría a más de 150.000 usuarios del servicio de gas que tenían múltiples medidores a su nombre, y eliminó los subsidios eléctricos para unos 15.500 usuarios de alto poder adquisitivo en zonas como Puerto Madero y barrios cerrados del AMBA. El plan oficial contempla avanzar con medidas similares en otros countries del país.

Según estimaciones oficiales, con los últimos ajustes la mayoría de los usuarios ya están abonando cerca del 80% del costo real de la energía. La prórroga del esquema actual busca, según el Gobierno, asegurar una transición ordenada que fomente la eficiencia energética y garantice el acceso a un consumo básico para los hogares más vulnerables.

Un régimen que alcanza a más de 9 millones de usuarios

Desde su implementación en 2022, la segmentación de tarifas alcanzó a más de 9,5 millones de usuarios, quienes reciben asistencia estatal en función de sus ingresos y niveles de consumo. En el caso de los hogares de menores ingresos (N2), el descuento sobre el precio pleno de la energía puede alcanzar hasta un 65%.

La extensión del régimen también se da en paralelo con la Revisión Quinquenal Integral (RQI) para distribuidoras y transportistas de energía, un proceso clave para definir las tarifas futuras, que comenzó este mes en todo el país.

Con esta nueva prórroga, la Casa Rosada apuesta a equilibrar el frente fiscal con un enfoque gradualista en la reestructuración de los subsidios, mientras sostiene el objetivo de alcanzar el déficit cero sin desatender la situación social.