La magistrada fue recusada de sus funciones y recibió un duro revés tras su bochornoso papel por una documental que se grababa a escondidas.
Luego de la audiencia del martes, estalló un escándalo en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona tras conocerse la participación de la jueza Julieta Makintach en un documental grabado en secreto durante el proceso judicial. En respuesta, la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires tomó una drástica decisión: suspendió a la magistrada por 90 días y ordenó una investigación sobre su conducta.
Mediante un escrito oficial, la Corte resolvió iniciar actuaciones de oficio y delegó en el Procurador General la tarea de evaluar el accionar de Makintach. "Se recabaron elementos probatorios a los fines de evaluar el desempeño de la Dra. Makintach", señalaron en el documento.
En uno de los apartados, el texto advierte: "La gravedad de los hechos allí investigados denotarían el incumplimiento de deberes que podrían comprometer a la magistrada en distintas esferas de responsabilidad".
La declaración de la magistrada es clave porque admite su participación en el proceso audiovisual, algo que negó en la audiencia.
La controversia surgió tras revelarse que la jueza había aceptado participar en un documental que se filmaba durante el juicio, sin comunicación pública previa ni autorización institucional. La Corte cuestionó duramente esta conducta: "Cuanto menos, una conducta alejada de la sobriedad, la mesura y la corrección exigibles a todo servidor de este poder del Estado (...) inconciliable con el decoro y la prudencia que impone apego a la juridicidad".
En el primer episodio del documental, Makintach explicó por qué aceptó la propuesta audiovisual. "Cuando me vinieron a preguntar si estaba interesada o con ganas de hacer un documental vinculado a este juicio, me pareció raro, me sorprendió porque claramente no es un ámbito mío", reconoció.
La magistrada sostuvo que su motivación fue promover la transparencia: "Me pareció que este juicio merecía que el poder le rindiera cuentas de su trabajo a la gente, que le explicara qué hace y cómo lo hace".
Luego del escándalo por la participación de la magistrada en un documental, los abogados de todos los involucrados avanzaron en su recusación.
Más adelante, afirmó: "Nadie mejor que nosotros, que somos los seres humanos que estamos detrás de este juicio, para darle explicaciones a la sociedad sobre cómo resuelve la justicia".
La jueza también justificó el uso del documental como una forma legítima de comunicar la labor del tribunal: "La publicidad de este tipo de casos se lleva a cabo así, con entrevistas y diálogos, y con documentales".
Con esta decisión de la Corte bonaerense, el futuro del juicio por la muerte de Maradona entra en una etapa de incertidumbre, mientras se define si la participación en el documental constituye una falta grave o una violación al principio de imparcialidad judicial.