En ese sentido, el infectólogo explicó que la fiebre amarilla es una enfermedad grave transmitida por mosquitos, entre ellos el Aedes aegypti, el mismo que propaga el dengue. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, cansancio, dolor de cabeza intenso y, en casos graves, afectaciones hepáticas que pueden provocar un tinte amarillento en la piel y los ojos. Aunque algunos pacientes superan la enfermedad, otros desarrollan complicaciones severas que pueden llevar incluso a la muerte.

Es por eso que enfatizo que la vacuna contra la fiebre amarilla es una herramienta eficaz para prevenir esta enfermedad y, según el Dr. Pizzi, debe aplicarse al menos 15 días antes de viajar. Esto permite que el organismo desarrolle la inmunidad necesaria, gracias a la memoria inmunológica. La buena noticia es que esta vacuna generalmente se aplica una sola vez en la vida y ofrece protección permanente.

En Argentina, la vacuna es gratuita en centros de vacunación públicos, aunque no todos cuentan con disponibilidad debido a las condiciones especiales de almacenamiento. En el caso de recurrir a servicios privados, el costo puede ser elevado.

Aun así, no se recomienda que se vacunen  personas mayores de 60 años, niños menores de 6 meses o quienes tengan ciertas condiciones de salud que podrían aumentar el riesgo de efectos adversos. Por eso, es fundamental consultar con un médico antes de vacunarse.

Es por eso que protegerse con la vacuna, especialmente si vas a zonas de riesgo en Brasil, es la mejor manera de disfrutar del viaje sin preocupaciones.