Sociedad Polémica

Insólito: la Floralis Genérica continúa sin funcionar porque no pueden importar los repuestos

La escultura donada por el arquitecto argentino, Eduardo Catalano, tiene parte de su estructura inmóvil desde hace más de 4 años, según los testimonios de varios vecinos de Recoleta.

Sabado, 28 de Mayo de 2022

El aniversario por los 20 años de la Floralis Genérica, una obra donada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, la encuentra con los pétalos inmóviles por la imposibilidad del Gobierno de importar los repuestos.

Se trata de una estructura de 20 metros de altura de acero inoxidable y aluminio que pesa 18 toneladas y se sostiene sobre un espejo de agua de 40 metros de diámetro, a la vez que es controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas.

La obra había sido diseñada con un mecanismo, creado por el propio autor, que abriría sus seis pétalos cuando saliera el sol y los cerraría progresivamente con la llegada del crepúsculo. Sin embargo, los vecinos del barrio porteño de Recoleta advierten que desde hace varios años que no la ven en funcionamiento.

“No funciona desde hace 5 o 6 años. Cuando yo comencé a trabajar acá sí funcionaba, pero dos o tres años después dejó de hacerlo”, relató a La Nación un vigilante de las cámaras en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se encuentra a escasos metros de la obra.

Rafael, un vecino del barrio de Recoleta de 63 años, que paseaba por la plaza junto a su perro, apuntó: “Hace cuatro años que vivo por la zona y nunca la vi funcionar”. Una experiencia similar a la de Arianna, venezolana de 27 años que llegó a la ciudad en 2018: “Cuando llegué y visité la Floralis, pregunté por sus pétalos pero varios vecinos me dijeron que no funcionaba”.

La flor fue construida en Córdoba, entre enero de 2001 y febrero de 2002; en lo que era la sede local de la Lockheed Martin Aircraft, una de las mayores multinacionales dedicadas a la fabricación de aviones y sistemas de defensa, desde misiles hasta radares y software. En rigor, por aquellos años, la empresa estadounidense tenía en concesión lo que hoy es FAdeA (Fabrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín SA), que regresó a manos del Estado en 2009.

Esto explica por qué los pétalos lucen como el revestimiento del ala de un avión: “Fue una construcción muy compleja, de doble curvatura, rígida, de dos caras y costillas entremedio”, describió Catalano en el libro “Arquitectos argentinos for export”, de Luis Grossman y Daniel Casoy.

El sistema mecánico había sido programado por el propio Catalano, quien había previsto que funcionara igual día tras día, hasta 2020. No obstante, los fuertes vientos y la vandalización de la estructura y su sala de máquinas contribuyeron al deterioro de la flor.

Desde la Comuna 2, aseguraron que se encuentran trabajando para volver a ponerla en marcha: “Estamos trabajando en la puesta en marcha del mecanismo. Ya se preparó el tablero eléctrico, que había sido vandalizado, y se engrasaron los pistones. Estamos trabajando para conseguir los repuestos de los artefactos solenoides de origen extranjero, para realizar la prueba de puesta en marcha y obtener el diagnóstico final”. Si bien no precisaron una fecha en la que podría volver a ser puesta en funcionamiento, aseguraron que intentarán que sea “lo antes posible