Avanzan programas de salud materno-infantil en la provincia de Mendoza para garantizar mejor atención
Mendoza impulsa cambios en la salud materno-infantil para mejorar la calidad, el acceso y garantizar el bienestar de madres y recién nacidos.
Sabado, 6 de Setiembre de 2025
Aunque no existen todavía programas totalmente constituidos, se están impulsando múltiples líneas de acción que apuntan a mejorar la organización, la cobertura y la calidad de la atención. En diálogo con Sitio Andino, Leticia Ojeda (Mat 6040), coordinadora del servicio de obstetricia en el hospital Lagomaggiore, afirmó que "la calidad de la atención materno-infantil es uno de los indicadores socioeconómicos más importantes que tiene cualquier población".
Avances en la salud materno - infantil en Mendoza
En Mendoza, los cambios responden tanto a la necesidad de actualización tecnológica disciplinar, como al desafío de retener talento humano. En este escenario, se ha trazado un camino que combina la voluntad política y reclamos profesionales para generar transformaciones. "La atención materno-infantil en Mendoza necesita y se merece cambios para mejorar la organización", aseguró Ojeda, quien también se desempeña como profesora titular de obstetricia en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
En este sentido, las acciones en marcha buscan, en primer lugar, crear una red articulada de atención. Esta estructura permitirá vincular los controles prenatales de bajo y alto riesgo. "Desde el nivel organizativo, uno de los grandes desafíos es mejorar la cobertura en salud generando nodos de complejidad creciente que funcionen en red", señaló.
Desde la Dirección de Maternidad e Infancia también remarcaron que se está desarrollando de manera integral un programa destinado a disminuir la morbimortalidad infantil. "Estamos trabajando en la captación precoz del embarazo y en la realización del screening del primer trimestre, para lo cual se capacita a los profesionales de atención primaria de la salud (APS) que atienden a embarazadas. La idea es profundizar el conocimiento de las patologías prevalentes y fortalecer la capacitación en imágenes, un instrumento clave para detectar complicaciones y prevenir partos prematuros", detalló la Dra. Sara Inés Papa, médica especialista en Ginecología y Obstetricia.
Desafíos principales y trabajo en conjunto
El desafío principal es ampliar la cobertura y asegurar que cada persona con capacidad de gestar reciba atención adecuada y de calidad, sin importar su ubicación geográfica.
Otro eje clave es la actualización de guías de práctica clínica para la atención de patologías prevalentes y la incorporación del ámbito materno-infantil a programas que ya existen, como el programa de obesidad y el de salud reproductiva. Según la profesional, la idea es unificar protocolos y criterios entre instituciones públicas y privadas, con normativas comunes que eviten desigualdades en la atención.
"Estamos trabajando mancomunadamente para incorporar la atención en equipos interdisciplinarios. Incluir la gestión pública y la gestión privada para trabajar todos el mismo lenguaje con guías de práctica comunes, con normativas claramente establecidas y actualizadas", destacó Ojeda.
Ejes centrales en los que trabaja la salud
Por otra parte, otro eje central que se está trabajando en el ámbito son los programas de problemáticas de consumo. La "Ruta de la Embarazada" busca garantizar trazabilidad en cada control y derivación. Además, se está trabajando en fortalecer la red de derivación perinatal para pacientes embarazadas, puérperas y recién nacidos. A esto se suma el trabajo en un centro regional de medicina fetal, pensado para resolver casos de mediana complejidad en la región de Cuyo.
Leticia Ojeda también destacó que se está trabajando en la atención preconceptual, con el objetivo de mejorar las condiciones de salud incluso antes de la concepción. Esta visión preventiva busca impactar en la calidad de vida de las futuras generaciones.
Asimismo, la Dra Papa, quien también se desempeña como médica del staff de Maternidad e Infancia, remarcó que se promueve la planificación de los embarazos a través del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, garantizando educación y acceso a insumos para prevenir embarazos adolescentes o no deseados. "En caso de detectarlos, se establece un protocolo de seguimiento para acompañar a cada paciente", señalaron.
Asimismo, se avanza en la articulación con programas vinculados a problemáticas de consumo y en la consolidación de la red de adolescencia. Todo bajo la premisa de que "la vida empieza aún antes del momento de la concepción", lo que implica acompañar a las personas en edad reproductiva con medidas de bienestar y prevención.
Finalmente, el modelo de trabajo en red está diseñado para llegar también a las zonas rurales y alejadas. Allí, la estrategia consiste en distribuir centros de mediana y alta complejidad según la densidad poblacional, garantizando derivaciones rápidas y seguras. El principio rector es claro: que todas las personas, sin importar donde vivan, tengan acceso al nivel de atención que necesitan.