La deshidratación leve puede pasar desapercibida, pero, hay señales físicas que alertan el bajo consumo de líquido. Los beneficios de hidratarse bien.
Tomar suficiente agua todos los días no es solo una recomendación general, sino una necesidad vital. Sin embargo, muchas personas subestiman cuánta agua necesita su cuerpo y recién lo notan cuando aparecen síntomas de deshidratación. Incluso una leve falta de agua puede afectar el rendimiento físico, mental y el estado de ánimo.
El cuerpo humano está compuesto más del 50% por agua, liquido que cumple funciones esenciales para, por ejemplo:
Y, cuando no se recibe la cantidad adecuada de agua, el propio organismo comienza a emitir señales de alerta que la persona debe tomarlas en cuenta y comenzar a regularizar la cuota diaria de agua para no sufrir consecuencias.
Una hidratación adecuada mejora el aspecto y salud de la piel.
A continuación, enumeramos 10 síntomas comunes para saber que estás bebiendo poca agua; además de 10 beneficios para mantener una buena hidratación diaria es saludable.
Tomar conciencia es el primer paso para adoptar un hábito saludable. Diez alertas del cuerpo por beber poca agua.
Boca seca o con sensación pegajosa
Es una de las señales más inmediatas. La saliva se vuelve espesa y la boca pierde su humedad natural.
Orina oscura y poco frecuente
Una orina amarilla intensa o color ámbar indica que el cuerpo intenta conservar agua. Y si además la frecuencia de ir al baño no es constante, es probable que falte agua.
Dolores de cabeza frecuentes
La deshidratación leve puede causar cefaleas o migrañas por reducción del flujo sanguíneo y oxígeno al cerebro.
Fatiga sin motivo aparente
Sentirse cansado constantemente, incluso habiendo dormido bien, puede deberse a un cuerpo deshidratado que no funciona de forma óptima.
Piel seca o tirante
La hidratación también se refleja en la piel. Si se nota sequedad, tirantez o falta de brillo, puede ser una señal del poco consumo de agua.
Estreñimiento
El agua ayuda a que el sistema digestivo funcione correctamente, por lo que la falta de agua puede enlentecer el tránsito intestinal.
Calambres musculares
La falta de líquidos afecta el equilibrio, lo que puede provocar espasmos musculares o calambres nocturnos.
Mareos o sensación de debilidad
Con menos volumen de sangre y presión más baja, pueden aparecer mareos al levantarse o durante el día.
Mal aliento persistente
La falta de saliva favorece a la proliferación de bacterias en la boca, lo que causa halitosis.
Ansiedad o hambre excesiva
A veces, el cuerpo confunde la sed con hambre y, esa "necesidad de picar algo" puede resolverse con un vaso de agua.
Una buena hidratación favorece el rendimiento cognitivo.
El agua ablanda las heces y permite un tránsito intestinal más eficiente.
Estar bien hidratado permite que las células funcionen mejor y el cuerpo esté más activo.
Especialmente importante en verano o durante el ejercicio físico.
Una hidratación adecuada mejora el aspecto y salud de la piel.
El agua diluye minerales en la orina y previene la formación de piedras.
Tomar agua antes de las comidas puede ayudar a reducir la cantidad de alimentos ingeridos.
Los riñones necesitan agua para filtrar desechos y mantener el cuerpo limpio.
El líquido sinovial, que lubrica las articulaciones, depende de una buena hidratación.
Una leve deshidratación puede influir negativamente en el humor y generar irritabilidad.
Por eso, beber suficiente agua a lo largo del día es una de las decisiones más simples y efectivas para cuidar la salud.
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