Malas decisiones y un círculo íntimo tóxico hicieron que este exjugador mexicano perdiera toda su fortuna.
La fama y el dinero van de la mano, aunque esto puede esfumarse en un segundo por malas decisiones. Esto sucedió con Daniel Osorno, quien el camino allanado para ser una de las grandes leyendas del fútbol mexicano, pero los malos manejos y un entorno tóxico lo privaron no solo de consagrarse en la élite del deporte, sino que también le hicieron perder toda su fortuna.
Esto suele ser moneda corriente en un deporte donde los amigos del campeón aparecen de repente y sin buscarlo. Luego de haber debuto con la camiseta del Atlas, Osorno tuvo una gloriosa carrera dentro de su país, al mismo tiempo que vivió una época gloriosa con la camiseta de su amado México.
Fue campeón en Talleres y jugó en Europa, pero las lesiones lo obligaron a reinventarse lejos del verde césped.
Osorno ganó dos títulos con la Selección mexicana.
Osorno comenzó su carrera en Atlas de México, donde se formó desde joven y fue parte de la destacada "generación dorada" bajo la dirección de Ricardo La Volpe. Su buen nivel lo llevó a la selección nacional, con la que ganó la Copa Confederaciones en 1999 y la Copa Oro, anotando el gol decisivo contra Brasil.
En 2003 fue fichado por Monterrey, pero al año volvió a Atlas. En 2007 jugó en Estados Unidos con Colorado Rapids y luego fue cedido a préstamo a Dorados de Sinaloa. Tras su paso por esos equipos, regresó otra vez a su primer amor, aunque luego pasó al Puebla. Luego de varias idas y vueltas, colgó los botines con la camiseta de la UAT.
Durante su carrera, se estima que el exjugador de la Selección de México amasó una fortuna cercana a los 10 millones de dólares, aunque perdió todo su dinero debido a malas decisiones y problemas personales. En la actualidad, se encarga de organizar eventos y es parte del equipo de leyendas de Atlas.
Tras colgar los botines, se radicó en su pueblo natal, Ballesteros, con el objetivo de llevar una vida tranquila.