Consejos para cuidar el medio ambiente y tu economía
Para hacer un consumo más sostenible de agua en casa y además reducir la factura. tené en cuenta estos diez consejos.
1. Canillas que gastan menos agua: la preocupación por el medio ambiente ha llevado a los fabricantes a incorporar sistemas que limitan el caudal de agua y ayudan a reducir el consumo hasta en un 50%. En la ducha vale la pena apostar por griferías termostáticas que te permiten fijar la temperatura del agua para que se mantenga constante y que evitarán desperdiciar agua fría hasta que llegás a la temperatura deseada.
2. Ahorrar sin cambiar las griferías: si ahora no podés hacer una inversión de renovar las llaves, probá con los aireadores o perlizadores que se instalan en la salida de agua de la canilla y que mezclan aire con el agua para que gastemos menos sin tener la sensación de que hemos perdido caudal.
3. Cambiar hábitos: algunos pequeños gestos pueden colaborar, como cerrar la canilla mientras nos lavamos los dientes o nos enjabonamos las manos. Cuando laves las verduras, es mejor hacerlo en un cuenco que bajo la canilla y reutilizar el agua, por ejemplo, para regar las plantas.
4. Duchas de 5 minutos: además, si optás por una ducha en lugar de darte un baño en la bañadera, también notarás una gran reducción en el consumo. Se calcula que en una ducha de 5 minutos se gastan unos 50 litros de agua mientras que en la bañadera se necesitan unos 150 litros. Si al abrir la canilla de la ducha tarda mucho en salir el agua templada, no malgastes toda el agua que sale primero. Llená algunos baldes con este agua y reutilizala para otras cosas, como regar las plantas.
5. No dejes que ninguna canilla gotee: esto puede llegar a derrochar desde 50 a 100 litros de agua al día. Reparalo enseguida y si el plomero va a tardar días en venir, comprá en una ferretería un tapón que se puede enroscar en la canilla para evitar pérdidas de agua. Si la cisterna del inodoro pierde agua, puedes llegar a implicar 250 litros diarios.
6. Uso del lavarropas: lavar a mano gasta más agua que hacerlo con el lavarropas, ya que la tecnología que incorporan los nuevos modelos permiten ahorrar agua y solo gastan unos 6 litros por lavado. Una manera de reducir el gasto es ponerlo en funcionamiento solo cuando tengas suficiente ropa sucia para hacer una carga completa. También es importante elegir un programa corto, mejor con agua fría: así también reducirás el consumo eléctrico, ya que calentar el agua del lavarropas supone un gasto energético muy elevado. No uses mucho jabón ni suavizante: no lavarás mejor y solo aumentarás los residuos y dificultarás el enjuagado.
7. Mejor el lavavajillas que lavar a mano: lavar los platos a mano supone gastar 20 veces más agua que si lo hiciéramos con el lavavajillas. Estudios recientes calculan que el lavaplatos gasta una media de 10 litros de agua por lavado gracias a los programas Eco que incorporan la mayoría. La clave es usarlo con la máxima carga y el programa Eco que, aunque es más largo, permite ahorrar un 16% de agua. Tené cuidado con los programas cortos: para hacer la limpieza en menos tiempo necesitan más agua y más caliente, lo que supone un mayor gasto de agua y de energía.
8. Renová tus electrodomésticos: si tu lavarropas o el lavavajillas se estropean, cambialos por un nuevo electrodoméstico A+++, los más eficientes del mercado, con un bajo consumo de agua y de energía. Un lavavajillas A+++ consume un 20 % menos de energía que uno A++.
9. Controlar el riego en el jardín: instalar un sistema de riego por goteo es lo más eficiente y consiste en una red de tuberías que lleva pequeñas cantidades de agua en forma de gotas a las plantas. Se puede equipar con un programador con el que se pondrá en marcha de forma automática cuando vos decidas. Si no, también podés ponerlo en marcha abriendo la canilla. Otra manera de ahorrar es elegir para tu jardín plantas que necesiten poca agua, como cactus, olivo, ciprés, laurel o plantas aromáticas.
10. Aprovechar las aguas grises: el agua de la ducha o del lavatorio se puede aprovechar para llenar la cisterna del inodoro o para regar el jardín (después de un proceso de depuración). Son las llamadas aguas grises, que se pueden reutilizar para lograr un ahorro de agua que puede ser de un 40%. Para ello, hay que instalar algún sistema que recoja estas aguas y les aplique un tratamiento que puede ser mínimo, según el uso que le vayamos a dar.