Con la explosión de los e-commerce, sumado a la pandemia, cada vez más empresas buscan personal shoppers.
La explosión de los e-commerce y las plataformas de compras virtuales puso en relevancia algunos puestos laborales que hasta ese momento no tenían mayor relevancia.
Un ejemplo concreto de esto son los personal shoppers, asistentes esenciales para que los pedidos de compras virtuales estén bien armados y que todo llegue rápido y de la mejor manera a los consumidores.
Si bien muchas tiendas, especialmente con la pandemia, cerraron sus persianas, varia de ellas se reconvirtieron en “dark stores” (tiendas fantasmas), que no atienden de manera presencial sino a través de las apps de delivery o de su propio ecommerce. En estos casos, los asistentes de compras entran en acción.
“Muchos empleados, y de un mayor número de locales, aprendieron en estos meses las aptitudes propias de un personal shopper. Vienen en auge porque cambió el mercado, y el consumidor que hoy compra virtual precisa un asesoramiento y acercamiento mucho más comprometido: son sus ojos y sus manos en una tienda”, explicó Agustín Campos, cofounder y COO de Go Jiraf.
Como parte de sus tareas, “reciben el pedido y seleccionan los productos que el cliente eligió cumpliendo ciertos estándares de calidad. Luego un cadete se ocupa de la entrega”, agrega Uriel Krimer, cofundador de Markopolis, propietaria de los dark stores Media Naranja.
Según el ejecutivo, “parte de su rol está en seleccionar y confeccionar el pedido. Se vuelve fundamental, por ejemplo, cuando hay faltantes o diferencias entre lo disponible y lo solicitado. El personal shopper se comunica para brindar las opciones y así ejerce un rol clave tanto para el establecimiento como para el consumidor”.
El personal shopper no es solo un asistente para el cliente, sino también para la propia compañía, ya que proporciona una mejor experiencia de compra. "No solo se ve el impacto en la imagen de marca, sino que además permite ahorrar en costos, como los generados por hacer un envío solo por algo que se omitió en el pedido o tener que devolver el dinero de productos faltantes", explica
“Hoy, es un puesto muy buscado por supermercados y también por locales de indumentaria, electrónica, calzado y accesorios. Son quienes consultan con el comprador por el color, el talle, el modelo, el packaging. Todo el ecommerce lo está demandando, si bien se ve un poco más de foco en lo que es alimentos porque hay que evaluar su frescura y grado de maduración”, agrega Krimer.
“Algunos trabajan de manera independiente y cobran un variable sobre el pedido. Otros están en relación de dependencia, con jornada y sueldo fijo. Existen opciones part-time”, destaca Krimer.
Es un perfil para una primera posición o experiencia, ideal para ir formándose e ir ganando confianza dentro del mercado laboral. Son puestos en los que se valora la actitud y la motivación para que las cosas salgan bien.
“Tienen que ser personas atentas, ordenadas, prolijas. Si fallan, la experiencia del cliente es mala ya que el pedido llega mal y genera insatisfacción. No es un puesto que requiera demasiada calificación, sino más que nada que sea gente organizada”, aclara el cofundador de Markopolis.
Por su parte, Campos señala que "también necesitan manejar herramientas digitales. Mucho mejor si tienen experiencia comercial y en atención al público, porque así todo lo relacionado con la interacción con el cliente ya lo tienen incorporado".
El COO de Go Jiraf agrega: "Es importante que actúe de la misma manera que un consumidor que esté físicamente en la tienda". "El personal shopper aporta alto valor agregado, se convierte en alguien de confianza para el cliente y tiene cierta responsabilidad en la concreción de la venta. Cuando el consumidor se siente acompañado y tiene una persona que aconseja, recomienda y sugiere se ve más convencido para realizar una compra. En estos momentos, eso es fundamental", explica Campos.
Un personal shopper, en promedio, puede preparar entre cuatro y cinco pedidos por hora. Mucho depende del tamaño de la empresa, cuando la demanda es grande hasta se pueden segmentar a estos trabajadores, teniendo algunos para coordinar los pedidos, otros para seleccionar los productos y los últimos para empaquetarlos.
Por último, las empresas se ocupan de brindarles capacitaciones. "Se les hace una inducción, se les presenta el catálogo de producto, como tamaño, gramajes, sabores, presentación, entre otras características, porque es la única forma de evitar las equivocaciones", indica Krimer.