Durante la presidencia de Alberto Fernández, AYSA se quedó con un enorme presupuesto para obra pública. Su titular era Malena Galmarini. La fuente de financiación de algunas obras como las que forman parte de la presente investigación, era FONPLATA, un banco de desarrollo conformado por cinco países de América Latina: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

Decía Galmarini, en ese entonces: "Tenemos un plan muy ambicioso, que es el de llevar agua y cloacas a cada vecina y vecino; esto es llevarles salud, cuidar el medio ambiente, es dar vida. Este plan consiste en acercar las obras a los barrios del conurbano, sobre todo a los que más necesitan. Se crearán pequeñas cooperativas de vecinas y vecinos que hoy están sin trabajo con un adicional que para mí es importante: buscar la perspectiva de género y la paridad en la conformación de los equipos de trabajo".

Programas y financiamiento: AySA, en la mira por cooperativas millonarias

El plan "Argentina Hace" tenía nobles ideales. Sumaba al plan social la posibilidad de acceder a agua potable. De allí surge, en la génesis del kirchnerismo, el Instituto Tecnológico Leopoldo Marechal, conformado por AYSA y el sindicato de SGBATOS de José Luis Lingeri. El objetivo era, entre otros, dar cursos de capacitación a las cooperativas que participaban de los planes de AYSA.

El tiempo pasó y luego de la pandemia, AYSA promocionó otro plan inspirado en el anterior, llamado "más agua y trabajo". Principalmente financiaba proyectos en el conurbano bonaerense. El barrio azul en Quilmes fue una de las pruebas piloto. El proyecto beneficiaría a 4.416 personas, 1.104 conexiones nuevas de agua y 5.843 metros de cañería. La obra se le adjudicó sin concurso a una cooperativa de 25 personas, que cumplía con el cupo femenino. "Las Termitas" eran ex convictos sin experiencia previa en materia de construcción, que supuestamente eran capacitados por el Instituto Marechal de SGBATOS.

En los documentos internos de la provincia de Buenos Aires, se habla de que el programa al que pertenece el Barrio Azul supuestamente es financiado por el ya mencionado Fonplata con un préstamo firmado en febrero 2021 por un monto de u$s30 millones a ser aplicado al Programa Agua y Cloaca maìs trabajo. 

En la página oficial del Banco de Desarrollo (FONPLATA) aparece una presentación acerca de la labor de AYSA en la Argentina y cómo utilizó el dinero del préstamo antes mencionado.

No se habla de números.

Tal vez, la responsable de la Cooperativa Las Termitas Barrio Azul, tenga alguna respuesta. Se llama Nora Cuevas. 

Kicillof y Mayra Mendoza, involucrados en el negocio de las cooperativas

El Fonplata exige a sus miembros que se presenten los precios o balances de las obras. Aysa solo presentó el supuesto desembolso de 1.8 millones de dólares para auditorias. Deben de ser las auditorias más caras del mundo.

Entonces ¿Quién financió la obra en el Barrio Azul? Según los documentos tendría que haber sido el dinero del Banco de desarrollo. La Argentina recibió el crédito y fue formalmente comunicado. Pero Aysa en sus archivos lo computa como inversión propia o inversión SISU -teléfono Juan Grabois-, depende del año y el documento.

Los montos pagados duplican lo presupuestado originalmente. A su vez, Mayra Mendoza desembolsó 27 millones en concepto de contratación de la cooperativa Las Termitas.

Las obras no se concluyeron en los tiempos y en las formas como se habían prometido.

Otra vez, la plata no aparece. 

Fuente: iProfesional