Con un discurso provocador e irónico, el funcionario le reprochó a la oposición no haber condenado de manera contundente el ataque a Cristina Kirchner; evitó hablar de inflación e inseguridad
“Lamentablemente el año pasado volvió la violencia política a la Argentina con el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este hecho de violencia política hubiese merecido una respuesta más contundente de la totalidad de la dirigencia”, dijo Rossi, lo que desató aplausos enfervorizados en su bancada y gritos de protesta de los opositores.
Rossi, con una media sonrisa, respondió jocoso. “Todavía estamos esperando la condena de la presidenta de tu partido”, le dijo al diputado de Pro Hernán Lombardi, en referencia a Patricia Bullrich.
Rossi se presenta ante la Cámara baja –un recinto al que conoce bien porque fue jefe de bloque del oficialismo durante ocho años- para dar su primer informe sobre la gestión; sin embargo, esquivó referirse allí a los temas más urticantes, como el alza inflacionaria, la crisis cambiaria y la dramática caída de las reservas del Banco Central. Tampoco hizo mención en su informe a la inseguridad ni al avance del narcotráfico. Por el contrario, el funcionario dedicó la mayor parte de su mensaje a embestir contra la oposición, lo que exaltó los ánimos en la bancada de Juntos por el Cambio.
“La verdad es que yo creía que venía con un discurso tranquilo. Mirá como los puse”, se despachó, divertido.
Lejos de presentar un “discurso tranquilo”, Rossi acicateó a los opositores al reivindicar las políticas más criticadas del gobierno de Alberto Fernández y el discurso del “lawfare” que hizo suyo la vicepresidenta Cristina Kirchner. Exaltó la gestión de la empresa Aerolíneas Argentinas -criticó a los opositores por pretender instaurar una política de “cielos abiertos” en el país-; destacó la política de derechos humanos -”En un sector de la política argentina nunca se lee ni se escucha la palabra ‘dictadura”, sostuvo- y arremetió contra los medios de comunicación por “estigmatizar y propalar discursos del odio”.
“Los derechos humanos no son un curro. Un curro es los que no quieren reconocer los 30.000 desaparecidos porque no se animan a condenar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976?, asestó el jefe de Gabinete, en alusión al expresidente Mauricio Macri.
Rossi apuntó, acto seguido, contra los libertarios. “El extremismo de derecha existe en la Argentina. Lo que sucedió con Cristina Kirchner no es producto de la casualidad. Si uno se queda con eso, se equivoca. Para que haya existido, existió antes una campaña de discursos del odio”, enfatizó. “Esa campaña comenzó con la crisis del campo en 2008?, aseveró, y luego arremetió contra los medios de comunicación opositores, a los que acusó de “deslegitimar determinados dirigentes y espacios políticos”.
Fue entonces cuando desplegó un cartel con una nota impresa del diario Clarín titulada “La bala que no salió y el falló que sí saldrá”. “Esto es un acto criminal”, acusó.
Cuando terminó su mensaje, el diputado José Luis Espert, de Avanza Libertad, acusó a Rossi de “caradura”. Indignado, dijo: “No tenés vergüenza: hablás de números traídos de los pelos encima nos cagás a pedos. No te hagás el canchero, caradura. No hablaste nada de la inflación”. “Nunca nadie me insultó tanto. Será por la forma fascistoide que usted tiene de hacer política”, retrucó Rossi.
Fuente: La Nación