Entre el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar ya se gastaron $ 84.000 millones solo en el primer mes del año. El aumento interanual superó ampliamente a la inflación del período.
Sólo en enero, el Gobierno destinó $ 2.700 millones por día a subsidiar planes sociales que controlan dirigentes piqueteros aliados al kirchnerismo. Se trata del gasto asignado a los dos principales programas del Ministerio de Desarrollo Social, el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar, que dependen del Movimiento Evita y La Cámpora.
En los primeros 31 días del año, se transfirieron a esas áreas $ 84.077 millones, a razón de $ 2.712 millones cada 24 horas, en línea por ahora del presupuesto anual previsto por el Ministerio de Economía en asistencia social para el año electoral, de más de $ 1 billón.
No obstante, comparado con los valores de años previos, los fondos sociales crecieron por encima de la inflación: en enero 2021, se gastaban $ 600 millones por día, mientras que en el primer mes de 2022 las erogaciones eran de $ 1.100 millones diarios y ahora treparon a más de $ 2.700 millones, casi cinco veces el gasto original de hace dos años.
Como viene sucediendo desde su creación en 2020, el Potenciar Trabajo es el programa que más fondos recibe de Desarrollo Social para planes. Hasta finales del año pasado, había alrededor de 1,3 millones de personas que cobraban medio salario mínimo vital y móvil, pero en los primeros días de 2023 ese padrón se ajustó después de la decisión de la ministra Victoria Tolosa Paz de suspender a 154.441 personas que no se anotaron para validar los datos a través de internet.
A cargo del líder piquetero Emilio Pérsico, que a su vez es secretario de Economía Social, el Potenciar Trabajo ya demandó fondos estatales por $ 46.652 millones en enero, el equivalente a $ 1.504 millones por día. Para todo el año, la proyección total del programa marca recursos por $ 590.982 millones. Desde Economía Social, Pérsico los paga, y desde el Movimiento Evita, donde es el principal referente, los cobra.
En el caso de Políticas Alimentarias, el otro plan central en la estructura de Desarrollo, las transferencias vienen siendo más controladas, ya que la Tarjeta Alimentar se abona en paralelo a la Asignación Universal por Hijo que se paga a través de la ANSeS. Con ambas áreas a cargo de La Cámpora, ya sea a través de Laura Valeria Alonso o Fernanda Raverta, los giros que se dieron en enero fueron por $ 37.424 millones, unos $ 1.208 millones diarios.
Los dos programas concentran más del 90% del presupuesto de un ministerio que en total, en lo que va del año, gastó $ 87.122 millones. Es decir, del total de los fondos de Desarrollo Social, sólo $ 3.000 millones fueron hasta ahora a programas que no son el Potenciar Trabajo o Tarjeta Alimentar.
Desarrollo Social es un ministerio loteado por las organizaciones sociales afines al kirchnerismo, desde antes de que asuma Tolosa Paz en el cargo, en octubre. Ya en las gestiones previas de Daniel Arroyo y Juan Zabaleta, la lucha de poder territorial fue una constante.
Con el Movimiento Evita y La Cámpora enfrentados desde hace tiempo en medio de la puja entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, también tienen poder de fuego interno otros referentes sociales, como Juan Grabois, a través de dirigentas que responden a él como Ramona Fernanda Miño, la secretaria de Integración Socio Urbana.
El año pasado, Grabois perdió a uno de sus soldados, echado por Pérsico después de diferencias internas: fue Rafael Klejzer, del Movimiento La Dignidad, que era director nacional de Políticas Integradoras y ya fuera del Gobierno es quien está liderando operativos piqueteros de controles de precios en supermercados.
También hay leales a Pérsico y Alberto Fernández, como Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, quien se desempeña como subsecretario de políticas integración y formación, y fue uno de los promotores iniciales de los controles de precios en la Costa, además de, el año, haber motorizado una marcha contra el campo hacia La Rural que finalmente terminó realizando en las puertas del Congreso.
Además, en otras carteras, también hay presencia de militancia. Abordaje Territorial, con $ 51.922 millones, y la Secretaría de Gestión Administrativa, con $ 19.665 millones serán otras cajas importantes del Estado. La primera la maneja María Eugenia Meana, otra dirigente camporista; la segunda, Javier Caruso, designado por Tolosa Paz.
El uso de recursos estatales dentro de las organizaciones sociales está en la mira desde hace tiempo. A fines de octubre, se dio a conocer que las organizaciones sociales habían cobrado más de $ 10.000 millones en los últimos dos años en fondos discrecionales, por fuera de lo presupuestado. Cooperativas relacionadas al Movimiento Evita, de Pérsico, y la CTEP de Juan Grabois y Esteban "Gringo" Castro, fueron las más beneficiadas.