El Gobierno busca crear empleo, aumentar salarios y reducir los litigios con cambios en contratos, justicia y cargas patronales. La nueva ley crea el Fondo de Asistencia Laboral (FAL) para indemnizaciones y quita poder de retención a los sindicatos.
El presidente Javier Milei firmó finalmente este jueves el proyecto de reforma laboral, dando inicio al proceso legislativo de una norma que introduce cambios significativos en el sistema actual, busca reducir el poder de los sindicatos y crea distintos regímenes para fomentar el blanqueo de trabajadores.
Según explicaron las autoridades nacionales que participaron en su elaboración, el texto busca responder a cuatro desafíos fundamentales:
El Gobierno estima que cerca del 50% de las personas en actividad menores de 35 años se encuentran en la informalidad, razón por la cual destacan que el esquema actual perjudica principalmente a los trabajadores. Por ello, la reforma introduce cambios en los contratos, convenios colectivos, la Justicia, las cargas patronales y las inversiones.
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La presidenta del bloque de senadores de La Libertad Avanza destacó la medida que busca equilibrar la función gremial con las obligaciones laborales. La nueva normativa prevé el descuento proporcional del salario a los delegados que excedan ese límite de tiempo.
Uno de los mecanismos centrales de la propuesta es la creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), diseñado para cubrir los costos de las indemnizaciones en casos de despido.
La reforma incluye varios puntos destinados a transparentar el sistema y reducir la injerencia sindical.
El proyecto incorpora un ítem en los recibos de sueldo para detallar no solo lo que se le descuenta al trabajador para financiar a los gremios, sino también cuánto destina la empresa.
Además, el proyecto final establece que las empresas ya no estarán obligadas a ser agente de retención de los pagos mensuales de afiliación a los sindicatos. A partir de ahora, esto será opcional y sujeto a la conformidad expresa del trabajador y acuerdo entre las partes.
"Los sindicatos van a tener que hacer su propio sistema de recaudación, pero no vemos que sea un problema. Hoy en día, existen mil formas de cobrarle a un afiliado, hay un montón de mecanismos digitales", sostuvieron las autoridades.
Si bien se mantuvo contacto semanal con representantes de la CGT (a través del Consejo de Mayo y de la Secretaría de Trabajo, liderada por Julio Cordero), el Gobierno siguió adelante con los cambios que considera necesarios.
El Ejecutivo confía en que, si la reforma es aprobada, generará un incremento en la formalización del sector privado, lo que, a su vez, traerá más recaudación para el Estado y la posibilidad de avanzar con cambios en el régimen previsional.