Un hecho de extrema gravedad institucional
En un hecho de extrema gravedad institucional, grupos de sindicalistas pertenecientes a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), junto a militantes de izquierda, tomaron por la fuerza las oficinas de la Dirección Médica del Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos más importantes del país y de toda la región.
Durante la irrupción, el personal fue tomado como rehén dentro de las instalaciones, impidiendo el normal funcionamiento de las áreas administrativas y generando un clima de tensión y miedo entre los trabajadores. La ocupación, violenta y extorsiva, interrumpió el trabajo de coordinación de servicios médicos y administrativos, esenciales para la atención de miles de niños.
Según comunicaron las autoridades, el ataque se originó como reacción a la decisión del Consejo de Administración de aplicar descuentos salariales a quienes no asistieron a trabajar durante los recientes paros políticos convocados por los gremios.

La medida se enmarca dentro de la normativa vigente y responde a la política de presentismo que rige para todo el personal del hospital. Sin embargo, los sindicatos respondieron con una maniobra extorsiva que dejó en evidencia que su reclamo trasciende lo laboral y se inscribe en una estrategia de presión política.
Un hombre con traje y corbata rosa conversa con una mujer de saco verde en un recinto legislativo, ambos están rodeados de computadoras y otros legisladores, y están resaltados por un círculo rojo.
"El problema es político: un sector de la izquierda intenta imponer sus intereses partidarios dentro del hospital, poniendo en riesgo la atención de miles de chicos", afirmaron desde la dirección del hospital. En el comunicado difundido en redes sociales, calificaron los hechos como "inadmisibles" y remarcaron que "no vamos a permitir que prácticas de presión, violencia y apriete gremial se conviertan en método de funcionamiento".

Pese al caos provocado por los violentos manifestantes, el hospital continúa operando con normalidad en las áreas médicas y asistenciales. El Hospital ratificó que el presupuesto está garantizado, que los bonos remunerativos para el personal se mantienen y que todas las obras de infraestructura, equipamiento y tecnología, por más de 30 mil millones de pesos, avanzan con financiamiento propio, fruto de una gestión eficiente y transparente.
Finalmente, en el comunicado remarcaron que el hospital "no es un espacio de militancia ni un botín gremial", y que se seguirá defendiendo su misión: garantizar atención médica de excelencia a los niños de todo el país, por encima de cualquier interés político o sindical
.jpg)
Los gremios ATE y APyT irrumpieron en el edificio en rechazo a los descuentos salariales por los paros.
.