Se espera que la oposición insista con proyectos para desestabilizar el plan y generar saltos cambiarios en los próximos dos meses. Las altas tasas de interés enfriarán el crédito y hay más señales de amesetamiento de la actividad
En su discurso por cadena nacional del viernes, el presidente Javier Milei destacó que el objetivo principal del Gobierno es terminar con la inflación, una premisa en torno a la cual se tomarán todas las medidas. Entre los proyectos anunciados, el mandatario adelantó dos iniciativas clave: la prohibición de financiar al Tesoro con emisión monetaria y la obligación del Congreso de aprobar presupuestos con equilibrio fiscal. Según Milei, con la base monetaria fija, hacia mediados del próximo año ya no debería haber más inflación, subrayando que el índice de precios pasó de un 300% anual a un 25% anual en 18 meses.
El gobierno de Milei busca aprovechar la lucha contra la inflación como su principal carta para enfrentar los comicios de octubre, aunque la elección bonaerense del 7 de septiembre es una parada clave para medir el pulso electoral. Un triunfo, aunque sea por un margen mínimo, en territorio bonaerense, tradicionalmente kirchnerista, generaría un gran optimismo en los mercados.
Sin embargo, la competencia no será fácil. El gobernador Axel Kicillof ha decidido separar la elección bonaerense de la nacional, fortaleciendo a los "barones del conurbano", muchos de los cuales se presentarán como candidatos testimoniales. En el inicio de la campaña, la tercera sección electoral mostró una ventaja de 20 puntos para Verónica Magario, la vicegobernadora, pero Milei espera que, con el tiempo, la distancia se acorte.
Milei enumeró en su discurso los resultados económicos conseguidos por el Gobierno: baja de la inflación, reducción de la pobreza, mejora de los salarios y reactivación económica. Sin embargo, la oposición continúa su ofensiva legislativa para desafiar al Gobierno, poniendo en riesgo el principal logro: el superávit fiscal. Los proyectos de la oposición buscan aumentar el gasto público, afectando la consolidación de las cuentas públicas, mientras que también se insisten en proyectos "nobles" como aumentos a jubilados, familias con hijos discapacitados y docentes, en un intento por conseguir rédito político.
El equipo económico, por su parte, ha logrado aflojar las tensiones cambiarias, con una caída del dólar oficial de $1.380 a $1.335 en la última semana, gracias a las altas tasas de interés que incentivaron a los bancos a recomendar el regreso al "carry trade", una estrategia financiera que apostó por el rendimiento en pesos mientras el tipo de cambio se mantenía estable.
Las tasas de interés de los LECAP (títulos emitidos por el Tesoro) se encuentran en promedio del 45% anual, mientras que las tasas de los plazos fijos han subido entre 36% y 39% anual. Aunque estas tasas son altas en términos reales, su permanencia en estos niveles a largo plazo podría afectar el financiamiento de empresas y familias, ralentizando sectores como la venta de autos, electrodomésticos y compras de inmuebles mediante préstamos hipotecarios.
Según la consultora D'Alessio-Berensztein, las expectativas del público son relativamente favorables para el Gobierno, con un 45% de los encuestados esperando una mejora económica en el próximo año, aunque el 49% cree que la situación empeorará. A pesar de la desconfianza de muchos, el porcentaje de optimistas sigue siendo relativamente alto, lo cual podría traducirse en un buen resultado electoral para el Gobierno, con una estimación de 40% para LLA frente al 30% del kirchnerismo.
La reactivación económica es otro factor relevante, aunque actualmente la actividad atraviesa una meseta. Sectores como la minería, energía y el real estate siguen mostrando crecimiento, mientras que la industria se encuentra en una fase recesiva. La estimación de crecimiento para 2025 es del 4,7%, con el desafío de superar el techo alcanzado en los últimos años.
Fausto Spotorno, economista, estima que 2024 podría terminar con un crecimiento del 3%, pero para ello será necesario que Argentina vuelva a los mercados de crédito. El acuerdo con el FMI tiene como objetivo reducir el riesgo país y permitir que el país pueda refinanciar sus vencimientos a través de nuevas colocaciones de deuda. En este sentido, se espera que en septiembre haya buenas noticias relacionadas con la reducción de las tasas de interés de corto plazo en Estados Unidos.
El impacto electoral será crucial para mejorar los activos argentinos, reducir el riesgo país y acceder a los mercados internacionales. Sin embargo, se prevé que, en los próximos dos meses, la oposición intensifique su ataque a la política económica, lo que podría derivar en volatilidad y un salto cambiario en las semanas previas a las elecciones. Aunque no es el escenario base, un repunte en la compra de dólares como cobertura podría generar tensiones adicionales en la economía.