Los mandatarios provinciales ligados a la UCR y el PRO definieron que sus legisladores no respalden las subas en las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Se desmarcan así de la postura del kirchnerismo y tienden puentes con Nación.
En un giro de último momento, diez gobernadores aliados a la Casa Rosada, ex Juntos por el Cambio, se diferencian de los peronistas y definieron que sus legisladores solo apoyarán las iniciativas de aumentos de recursos a las jurisdicciones, consensuados por los jefes provinciales. Se desmarcan así la postura del kirchnerismo, que impulsa iniciativas como el aumento de jubilaciones, entre otras, que para este grupo de gobernadores se trata de una "bomba fiscal".
Estos mandatarios provinciales plantean la importancia de que el Gobierno cumpla con las leyes y les envíen a las provincias los recursos que les corresponden. Advierten: "No queremos romper todo pero tampoco queremos que nos sigan choreando los recursos de la provincias".
La sesión de hoy en el Senado dirá si estamos frente a una guerra o una simple escaramuza.
El kirchnerismo, el peronismo federal y algunos radicales quieren avanzar con las leyes de aumento jubilatorio y la emergencia en discapacidad. Y los gobernadores impulsan dos proyectos para que el Gobierno distribuya el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Por el contrario, la estrategia del presidente Javier Milei es la de no negociar y atacar: insultó a los legisladores; sostuvo que la aprobación de esas leyes pone en juego el equilibrio fiscal, hará subir la inflación y el riesgo país y amenazó con vetar esas las leyes, e incluso judicializarlas.
Para entender el desarrollo de lo que ocurrirá a partir de hoy, vale tener en cuenta:
Por ahora, el ala más dura e intransigente del Gobierno gana terreno sobre la prudencia de negociar.
El Presidente cuestionó duramente el reclamo de fondos de las provincias. Hoy podría sufrir una derrota en el Congreso. A la par, se acerca al PRO y define la estrategia electoral