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Escandaloso: los senadores volverán a tener un aumento de sueldo

La dieta del pleno de la Cámara alta está atada a los salarios de los trabajadores. Implica un 1,3% en marzo -retroactivo- que se repite, con la misma mecánica, para abril y mayo. 

Martes, 3 de Junio de 2025

A partir del próximo mes, cada senador de la Nación cobrará más de $9,5 millones brutos, tras una nueva paritaria acordada entre los presidentes de ambas cámaras del Congreso, Martín Menem y Victoria Villarruel, que elevó en un 1,3% retroactivo los haberes legislativos correspondientes a marzo, abril y mayo.

El ajuste salarial responde al sistema de actualización automática que los propios legisladores aprobaron en abril de 2024, en una sesión sin mayor debate y con consenso entre oficialismo y oposición. Desde entonces, las dietas están indexadas a los módulos que rigen el salario de los empleados del Congreso, más adicionales por gastos de representación y desarraigo. Con el nuevo valor del módulo fijado en $2376,04, la dieta se compone de 2.500 módulos base, más 1.000 adicionales por representación y 500 por desarraigo, lo que da como resultado el nuevo monto millonario.

Aunque solo cuatro legisladores no cobran el adicional por desarraigo, todos los demás se benefician de este mecanismo, que además sumó una "dieta extra" al año desde 2024 para simular un aguinaldo. La única que se mantuvo al margen fue Alicia Kirchner, quien optó por seguir cobrando su jubilación.

Durante el segundo semestre de 2024, los senadores habían congelado sus haberes hasta el 31 de diciembre. Luego, la vicepresidenta Villarruel extendió la medida hasta el 31 de marzo de este año. En ese momento, advirtió que sería su última decisión unilateral sobre el tema, y que el próximo paso dependería del voto en el recinto. Desde entonces, la suba se reactivó automáticamente con cada paritaria del personal legislativo.

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El aumento se dio en paralelo al malestar que persiste entre los bloques legislativos, en especial del kirchnerismo, que tras frustrarse la sesión por el proyecto de Ficha Limpia se desentendió de cualquier negociación con el oficialismo. "Nos hartaron. Que hagan lo que quieran", lanzó un legislador del Frente de Todos. Otros acusaron a los libertarios y bloques dialoguistas de agitar temas y luego no sostenerlos en el recinto.

Mientras tanto, los gremios también presionaban por paritarias. El más fuerte, APL, conducido por Norberto Di Próspero, activó gestiones con interbloques del Frente de Todos para elevar reclamos a Menem y Villarruel. De hecho, legisladores asumieron roles que tradicionalmente corresponden a los sindicatos, con el objetivo de evitar confrontaciones directas con las autoridades del Congreso.

El escenario legislativo también se ve cruzado por tensiones internas en la administración parlamentaria. El secretario administrativo del Senado, Emilio Viramonte Olmos, evalúa una renuncia que aún no fue oficializada, lo que pondría en aprietos a la vicepresidenta, quien había prometido devolverle atribuciones que le quitó a su antecesora, María Laura Izzo.

Mientras tanto, Villarruel distribuye poder entre sectores afines y marca distancia con algunos colaboradores, en una estrategia política que contrasta con el perfil más reservado de Menem, quien comanda una Cámara baja con menor transparencia en la publicación de resoluciones, un viejo problema que atraviesa diversas gestiones parlamentarias.