Argentina vive tiempos de cambio, marcados por novedades en los ámbitos político, económico, social y cultural.
"Por tanto, no temamos lo nuevo, sino que lo recibamos con la certeza de que juntos podemos construir un mañana más brillante y lleno de promesas." Winston Churchill
Argentina vive tiempos de cambio, marcados por novedades en los ámbitos político, económico, social y cultural. El país, conocido por su rica historia y diversidad, está experimentando una serie de transformaciones que prometen su presente y su futuro.
La reciente asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos también tiene implicancias significativas para el país, especialmente debido a la estrecha relación entre Trump y el presidente argentino, Javier Milei. Esta afinidad podría traducirse en beneficios económicos, como el apoyo en las negociaciones con el FMI, el incremento en inversiones y comercio. Sin embargo, también presenta desafíos, como las políticas proteccionistas de Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados financieros.
Si tuviéramos que evaluar si el presidente Milei ha realizado actos significativos, especialmente en el ámbito económico, no podríamos negar que ha tomado casi todas las medidas necesarias para que se inicie el crecimiento esperado. Hoy, eso, todavía no ocurre plenamente. Hay un sector importante del gran empresariado que solo se ha quedado en falsas promesas, y esto es lo que, seguramente, ha llevado a pequeños inversores a no comenzar con los necesarios, también importantísimos aportes. Yo me pregunto: ¿qué más se le puede pedir que haga, y más aún teniendo en cuenta que solo ha pasado un año? El presidente busca que no queden más excusas, y mientras tanto explora y busca en el exterior, aprovechando su imagen de renovación, atraer a quienes se animen a invertir, quizás más acostumbrados a hacerlo sin las "ayudas" de los Estados ineficientes como lo fue el nuestro durante décadas.
En mi recorrido, en el cual aproveché para estar en todos los lugares posibles y conversar con los más reservados personajes del mundo empresarial, muy pocos del ámbito político y algunos del judicial, me llevé, y debo decirlo, una muy mala impresión. Todos están demasiado acostumbrados a ser parte de un mecanismo que, por lo visto hasta ahora, no volverá a la Argentina.
La política tampoco se ha adaptado a esta nueva era. Vemos a gobernadores, funcionarios y legisladores hablar como eminencias del control estatal, cuando la realidad es que en sus lugares de origen nada ha cambiado. El "ajuste estatal".que proclaman no existe y en lo impositivo es ahora más gravoso para los contribuyentes, como lo son sus mañas de "poder eterno". En muchos lugares, todo sigue igual. Quizás pronto se den cuenta del terrible error, y esa impunidad "eterna" que creen tener se esfume con algunos votos que, me parece, van a sorprender a varios. Por eso, no me asombran comentarios como los de Pichetto ayer, respecto a que el gobierno nacional está lejos de poder implementar la ficha limpia.
Las cosas han ocurrido a pesar de los Pichetto de la vida; su "sordera social" los hace creerse inmunes, y ya sabemos que la soberbia no es la mejor aliada de quienes sustentan el poder, ya sea político, económico, institucional o judicial. Todo está cambiando, y los argentinos "normales" actúan sin escuchar ni ver.
Hablé con varios. No saqué nada en limpio. Algunos esperan no sé qué señal para empezar a invertir; otros no están convencidos de la figura de Milei; algunos imploraran "la llamada". Todos o casi todos están en otra historia. Quizás las fuerzas del cielo, y no las ejecutivas ni legislativas, sean las que cambien las fichas.
Por supuesto, mi amigo J... es con el único que puedo dialogar con cierto grado de realismo útil. Fui a verlo, una situación que empieza a agotarme, y no se lo podía dejar pasar.
WCH: Siempre tengo que venir yo. Me tenés harto, ¿por qué no...?
J: Te comprometo si voy yo... ¡Jajajaja!
WCH: ¡Pucha, qué rápido me convenciste!
J: Me imagino que me traés varias cajas de ese vino que tenés escondido y vendés solo a los innombrables...
WCH: Ya te lo dejé. No me estarás cobrando la info, ¿no?
J: No, te estoy pidiendo un reconocimiento moral por tantas buenas notas que te llevaste de arriba. Y a vos, coleccionista frustrado, sé dónde te duele más.
WCH: Te voy a decir algo: tenés razón. Estos tipos viven todos en una nube de Úbeda y están demasiados mal acostumbrados.
J: Van a tener que ponerse a trabajar. Fijate lo que hemos charlado este año; te diría que se ha cumplido un 90% de lo dicho. Y lograr eso en Argentina es casi imposible. Solo nos queda ese cepo atrasado, que, no obstante, todavía no hemos podido superar. Siempre te dije que primero era necesario conseguir esos 10 mil millones, y que la llegada de Trump sería la clave. Tarde, pero se va a cumplir.
WCH: Y después de eso?
J: Exacto. Y después de eso, no nos van a correr con el tema de la baja de impuestos. Les vamos a dar esa reducción, pero principalmente en los impuestos coparticipables. Así, muchos grandes discurseadores van a dejar de hablar y, finalmente, ajustar lo que hay que ajustar. Si no lo hacen, van a tener 500 puebladas encima. Y sé que hay empresarios menores que ya se están organizando para empezar a presionar en muchas provincias y municipios.
WCH: ¿La baja de las retenciones fue para ganarles la pulseada o estaba previsto desde el principio?
J: Estaba previsto para marzo, pero no nos vamos a dejar correr por ese lado. Como bien dijo Nicolás (Caputo), nosotros ya sabemos lo que tenemos que hacer, y a eso hemos venido. Los que no saben qué hacer son ellos, que tienen a sus provincias llenas de impuestos, tasas y servicios carísimos, impidiendole prosperar a la gente.
WCH: ¿Y cómo ves las elecciones? Aclaro que ya me anticipaste que no iba a haber PASO.
J: Bueno, está bien que me lo reconozcas. Se alarga el tiempo, y vamos a estar mejor económica, política y socialmente en octubre. Tendremos candidatos en todos lados, y no vamos a pactar con nadie. Que hoy hablemos no significa que tengamos alguna obligación después. En todos lados llevaremos a personajes locales, que se mostrarán muy adelantado el año para evitar desgastes innecesarios. Si seguimos en este camino, el arrastre de Milei va a ser impresionante. ¡Viva la libertad, carajo!
WCH: ¿Estás haciendo campaña conmigo? ¡Jajajaja! Ahora, eso de "candidatos en todos lados" va contra lo que decías de que con Macri se iban a arreglar. Pifiaste, compadre...
J: No, con el PRO son los únicos con quienes, de una forma u otra, vamos a converger. Son del palo, y la cercanía ideológica es grande. Es una cuestión de tiempos lo que nos distancia, pero nada importante. Ah, y decile a tu amigo, ese con el que tomás té, que todo va a pasar. ¡Jajajaja!
WCH: Yo no tomo té...
J: Ahhh, desmentiste el té, pero no las juntadas. ¡Jajajaja!
WCH: Perdón, ¿no me pidieron que hablara del tema de mi provincia por ustedes, sin que nadie se entere?
J: ¡Jajajaja! Lo tuyo no es la política, te enojás fácil. Te estás pareciendo a tu amigo, ese que decía que estaba más allá del bien y del mal.
WCH: Puede ser. ¿Van a lograr el libre comercio con su amigo Trump?
J: De protección, no de comercio.
WCH: ¿Y eso?
J: Estudiá y habla después, igual que lo del Tesoro, que está por cumplirse.
Me fui bien. No me dijo nada concluyente, pero me fui contento igual. Nuestras charlas me hacen bien. Quizás tenga razón don Churchill: no temamos lo nuevo. Tal vez las fuerzas del cielo nos traigan un futuro brillante...
Total, faraónica batalla recién comienza.
WCH