El presidente Javier Milei le declaró la guerra a su vicepresidenta. Pero ¿cómo es la relación que tiene Villarruel con los dirigentes mendocinos? ¿Hay amores y odios? ¿Es institucional o partidaria?
Que no tiene ninguna injerencia y que está cerca de la casta. Con esos dos conceptos que no pueden pasar desapercibidos porque se trata de la dupla presidencial, se refirió esta semana que pasó el presidente Javier Milei a su vice,Victoria Villarruel. Blanqueó una situación que algunos de sus dirigentes cercanos venían advirtiendo, incluso en público, que desde Presidencia no sentían que la Vice seguía la agenda oficial, que tenía sus propios temas, muchas veces contrarios a los de Milei y de su entorno. Que jugaba su propio juego.
A Mendoza, en su función como segunda autoridad de la República Argentina, la Vice vino para los festejos vendimiales; se la esperó para homenajear a San Martín en agosto, pero a último momento pegó el faltazo. Sin embargo, mantiene contactos con parte de la dirigencia mendocina, pero la mayoría son institucionales; porque su carácter es mucho más accesible que Milei y le gustan los consensos. Pero no construye territorio por estas tierras -ni en ninguna otra del país, aparentemente- ni sostiene una relación con partidos políticos, con la cabeza puesta en las elecciones. Con un dirigente de peso de Mendoza tiene un lazo muy tirante, y con otros, más personal y afable. Hay sospechas sobre ciertos militantes libertarios y su preferencia por la Vice, pero nadie lo dice abiertamente.
Estuvo para la Vendimia. Llegó tarde al tradicional desayuno de Coviar. Se le pasó el avión, se tomó el siguiente. Lo que vino después fue una catarata de sonrisas, campera de jean, nada de formalidad, un discurso breve. Se mostró en el público viendo el Carrusel junto a la senadora nacional Mariana Juri, con quien tiene una aceitada relación en el Senado, y con la vicegobernadora Hebe Casado. De hecho, para conocer previamente cómo era la Vendimia, habló con Juri. También estuvo con el gobernador Alfredo Cornejo. Saludaron a la gente en la calle.
Desde el Gobierno de Mendoza aseguran que tienen conversaciones meramente institucionales con la Vice. Nada de pensar en los próximos comicios. Con Juri el contacto es más estrecho, propio de su trabajo en el Senado. En ese lugar, donde la Vice es la presidenta, es su Casa y muchos dirigentes consultados coinciden en que reinan los acuerdos, impulsados por ella misma, de manera consciente. Alejada del estilo confrontativo del Presidente, a pesar de que Villarruel tiene una ideología muy marcada (es conservadora, defensora de "la verdad completa" como le gusta llamarla, para reivindicar a las víctimas de lo que ella denomina los grupos subversivos durante los 70, y que desde la oposición se la acusa de defender a genocidas de la última dictadura militar, con quienes está comprobado que conoce y ha visitado, al menos a algunos, en las cárceles), no se refiere con insultos a los legisladores opositores, ni se ofende cuando algo no sale como estaba previsto. Lejos de bautizarlos como "casta" a los senadores, es fiel al reglamento. Incluso leyó solo el número de la resolución que aumentó este año la dieta de los miembros de la Cámara Alta. Después saltó que se trataba de una abultada suma de sueldo. Creen que tampoco le queda mucha otra: la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene poder en el Senado, que presidió hasta hace un año. Lo libertarios puros son escasos y sin alianzas, no salen las leyes.
En ese construir, entra a jugar Mariana Juri, la senadora por Mendoza - quien responde, junto a Rodolfo Suarez, al gobernador Cornejo- en su papel de secretaria del bloque radical. En la discusión por la Ley Bases, esa relación fue muy importante para lograr un texto que sea factible de ser aprobado. Pero también, el vínculo entre ambas, ha servido para el aval de otras normas que ha enviado el Gobierno, y han conformado una especie de amistad que se puede ver con algunos detalles, como algunas invitaciones a actos oficiales que ha hecho Villarruel a Juri y la senadora ha aceptado sin rodeos.
El 15 de noviembre pasado, sin ir más lejos en el tiempo, Villarruel invitó a la mendocina al encuentro en el Senado para conmemorar los 40 años del tratado de paz con Chile y que evitó un conflicto bélico entre ambas naciones. Juri le agradeció a la vice con un posteo en X. "Agradezco especialmente a la vicepresidente, al presidente del senado de Chile, José García Ruminot; al embajador de Chile en Argentina José Antonio Viera Gallo; y a los colegas senadores por resaltar la sensatez para resolver oportunamente el diferendo y renovar el compromiso con la paz mundial. "La guerra que nos amenaza sería una insensatez y un crimen", decía Jorge Luis Borges. El encuentro sirvió además para plantear nuestras preocupaciones comunes presentes y futuras", sostuvo.
A mediados de junio de este año, Villarruel renunció a la presidencia del Partido Demócrata de Buenos Aires. Sigue siendo afiliada a ese partido, pero tomó la decisión de alejarse de la conducción, en medio de la interna que ya se vislumbraba con Milei y su entorno. Fue un gesto de paz hacia al Presidente. Quiso, según leyeron los demócratas, demostrar que no estaba sacando los pies del plato. De todas maneras las conversaciones con el resto del partido en las provincias, siempre fue nulo. Con el PD de Mendoza, no tiene diálogo. De hecho, también ha ido perdiendo contacto con Mercedes Llano, la diputada nacional por Mendoza, nacida y criada en el PD, con quien mantenía cierto vínculo porque la legisladora nacional es protagonista de muchísimas comisiones, algunas incluso que no conforma, pero como tiene más formación política que muchos de los legisladores libertarios, participa por su interés de colaborar con el gobierno del que forma parte. Cuando vino a la Vendimia, la Vice tampoco se acercó a los demócratas mendocinos, y por el contrario, siguió la agenda institucional, estuvo con Cornejo, con la vicegobernadora y con Juri y evitó cualquier encuentro por fuera de ese cronograma oficial.
Desde el Sur provincial, parecieron hacerle un guiño a Villarruel, pero nada indica que alguien en particular tenga teléfono directo con la Vice. Antes de entrar como concejal por el Partido Libertario - el único edil mileísta de San Rafael- Martín Antolín subió una foto donde se mostró con su "amiga Victoria Villarruel". Lo hizo a través de Instagram. Se trata de una foto de fines de 2022, cuando la actual Vicepresidenta era diputada nacional. Sin embargo, en el San Rafael aseguran que hace más referencias en su discurso al Presidente que a la Vice. .
Aunque es en el Sur donde La Libertad Avanza tiene una interna y hace tiempo que los "mileístas puros" vienen sospechando que algunos dirigentes "trabajan para Villarruel". Son rumores que vienen dando vueltas desde hace meses. Dicen que no consideran que sean fieles a Milei y que en los grupos de WhatsApp de los libertarios piden estrictamente que viralicen posteos de Villarruel. ¿A quiénes se refieren? A algunas autoridades de organismos nacionales con sede en el departamento más poblado del Sur de Mendoza.
Con un mendocino que está en Buenos Aires y es ministro, está todo bastante mal, aunque nadie lo diga a viva voz. El ministro de Defensa, Luis Petri, y la Vice tuvieron diferencias desde un comienzo. Esta situación se debe a que Milei durante la campaña electoral le prometió a Villarruel que pondría en Defensa a parte de su equipo, algo que no cumplió ni de cerca y puso al radical mendocino al frente del ministerio. La Vice, cercana a un sector de las fuerzas armadas, se sintió molesta y ha mostrado distancia de las decisiones que toma Petri. El mendocino, no esconde las diferencias. De hecho, cuando Villarruel pegó el faltazo al acto de San Martín en Mendoza, hubo versiones que apuntaban a que estaba vinculado con la presencia de Petri en su propia tierra. "Escuchamos opiniones, pero quien conduce Defensa soy yo"?, sostuvo en una entrevista el ministro en relación a la Vice. "??Es la Vice. Ella preside el Senado y yo conduzco el Ministerio de Defensa"?, aseguró cuando le consultaron sobre la experiencia de Villarruel en temas de defensa y castrenses.
A comienzos de noviembre hubo un cortocircuito, en un acto público." Este es mi acto", le habría dicho, Petri a la Vice, quien le respondió: "Este no es tu acto ni es el mío, es el acto de la Fragata Libertad". Ninguno de los dos salió públicamente a aclarar los dichos que trascendieron pero la imagen de ambos, uno al lado del otro, habló.
En Godoy Cruz, el concejal que era del partido Verde y luego se pasó a la Libertad Avanza, Francisco Cordón, tuvo contacto con ella porque ambos se recibieron en una diplomatura de la UTN. El edil sobre terrorismo- un tema del al que dedica muchas horas de su día- y la Vice sobre seguridad pública. Tuvieron un diálogo pero nada más.
Aseguran que así como se muestra amable y sonriente, no es tan fácil acceder a ella. Otros, en cambio, creen que sí, que le exacerba las formas de Milei y que por eso coquetea muchas veces con otros dirigentes de otros partidos. ¿Qué será de la dupla presidencial? ¿Habrá vuelta atrás tras los dichos de Milei? Nadie lo sabe aún. Lo seguro es que en Mendoza, cómo en otras provincias, poco se la tiene en cuenta- porque ella así lo desea - a la Vice para construir política, aunque en las encuestas, le va bastante bien.