Este martes será clave para la economía estadounidense, pero sobre todo para los países emergentes. Con una volatilidad que ya está descontada, qué se espera si gana Donald Trump.
Esta semana luce intensa para los mercados debido a la publicación de numerosos resultados y datos macroeconómicos relevantes para la economía de Estados Unidos en un contexto electoral. Las encuestas indican que el resultado de los comicios se presenta muy ajustado, con Donald Trump logrando una ventaja sobre Kamala Harris. Analistas de Barclays publicaron un informe sobre las implicancias de estas elecciones en diversas áreas de la economía. Además, en esta nota se abordará el impacto que estos eventos podrían tener en Argentina.
Y es como bien explicó Mauro Cognetta de Global Focus Investments en su "view" semanal, la afinidad ideológica de Donald Trump, con Javier Milei, hace que en varios círculos económicos y políticos de la Argentina se especule con potenciales favores que podrían llegar desde el norte.
Sin embargo, indica que "las políticas propuestas por el candidato republicano también tenderán a mantener tasas altas en EEUU y un dólar más apreciado a nivel global, perjudicando a países emergentes", entre ellos Argentina. Para Cognetta, esto sería particularmente cierto si la eventual llegada de Trump a la Casa Blanca viene acompañada de un control total de ambas cámaras del Congreso.
"Por lo tanto, para la Argentina no solo será importante observar el resultado electoral para el Ejecutivo, sino también del Legislativo, sobre todo de la Cámara de Representantes", advierte.
Posibles escenarios para la Argentina
Desde el Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC) que dirige el economista Leo Anzalone explican que las políticas de Donald Trump podrían beneficiar a las industrias de energía y defensa. "Esto nace de evaluar sus dichos más recientes, pero fundamentalmente de su historial y sus propuestas políticas anteriores", se analiza.
Las políticas económicas del expresidente se caracterizaron por un enfoque "en el proteccionismo y el impulso al crecimiento económico a través de recortes fiscales y desregulación". Una de las políticas más destacadas durante su presidencia fue el uso de aranceles comerciales y medidas proteccionistas, con el objetivo de resguardar las industrias nacionales de la competencia extranjera. Esta estrategia buscó fortalecer la producción interna y reducir la dependencia de las importaciones, aunque también generó tensiones comerciales y aumentó los costos para las empresas que dependen de cadenas de suministro globales.
En términos de política fiscal, "Trump implementó significativos recortes de impuestos tanto para individuos como para corporaciones, combinado con un aumento en el gasto público" sostiene el CEPEC, "especialmente en infraestructura y defensa". Estas medidas habían sido diseñadas para estimular el crecimiento económico a corto plazo, pero también suscitaron preocupaciones respecto al incremento del déficit fiscal y la deuda pública, dado el considerable gasto gubernamental en el que incurrió.
En cambio, si se confirma la designación demócrata, las políticas económicas propuestas por Kamala Harris estarían más centradas en la redistribución de la riqueza, el fortalecimiento de los programas sociales y la inversión en sectores clave como la educación, la salud y la energía renovable.
Una de las principales iniciativas de Kamala Harris es un eventual aumento de impuestos a los individuos y corporaciones más ricos, con el objetivo de financiar programas sociales que aborden la desigualdad económica. Esta política busca reducir la brecha entre los diferentes grupos socioeconómicos y asegurar un acceso más equitativo a los recursos y oportunidades económicas.
En el ámbito de la salud, la actual vicepresidenta aboga por la expansión del sistema de salud pública, buscando reducir los costos de los medicamentos y mejorar el acceso a servicios de salud de calidad para todos los ciudadanos. Este sector podría experimentar un crecimiento significativo debido al apoyo para su expansión y la reducción de los costos de los medicamentos. Estas políticas no solo aumentarían el acceso a servicios de salud, sino que también crearían empleos en la industria sanitaria y farmacéutica, impulsando la demanda de personal médico y tecnológico en este campo.
1. Impacto en la economía de los Estados Unidos
De acuerdo a Barclays, una vuelta de las políticas de inmigración de Trump de 2017-2018 podría reducir las ganancias de nóminas de EEUU en 1,5 millones al año y recortar el crecimiento del PIB en casi un punto porcentual. "Continuar con las políticas de Biden probablemente también reduciría la inmigración, pero afectaría las nóminas y el crecimiento económico solo la mitad de esa cifra".
En cuanto a los aranceles propuestos por Trump, revertirían décadas de liberalización comercial, dice Barclays. "Las restricciones podrían reducir el crecimiento económico de China en 2 puntos porcentuales, el de EEUU en 1,4 y el de Europa en 0,7. También impulsarían la inflación y podrían obligar a los bancos centrales de Occidente a retrasar la flexibilización monetaria".
2. Tasas
En un escenario de presidencia republicana con un Congreso dividido, los inversores probablemente se preocuparían por los efectos inflacionarios de mayores aranceles y políticas de inmigración más estrictas. "Las tasas a corto plazo probablemente subirían, pero los de largo plazo no tanto, ya que la expiración de algunos recortes fiscales de Trump supondría poco apoyo fiscal para impulsar el crecimiento económico".
Por su parte, una presidencia demócrata con un Congreso dividido sería el escenario más alcista para las tasas americanas, ya que habría pocas expectativas de un shock inflacionario. "Los bonos indexados a la inflación podrían reaccionar a una victoria de Trump de forma similar a como lo hicieron en julio, cuando esa posibilidad parecía alta antes de que el presidente Biden se retirara de la contienda. Los aranceles propuestos por Trump probablemente generarían un aumento de la inflación a corto plazo, lo que podría mover los bonos de forma similar a julio".
3. Dólar
Si Trump gana un segundo mandato, Barclays considera que sus políticas proteccionistas (como los aranceles), el estímulo fiscal y un menor compromiso con la OTAN añadirían fuerza al dólar.
¿Podría Trump devaluar el dólar? Estos expertos creen que la probabilidad de una devaluación intencionada es baja, ya que las políticas de bajo coste, como la consolidación fiscal y la devaluación multilateral, enfrentan desafíos de coordinación, mientras que las de alto coste, como erosionar la independencia de la Fed e intervenir unilateralmente, resultan demasiado costosas.
Antes de las elecciones, el dólar se ha desacoplado del valor asociado a la política de la Fed, que ha sido su principal impulsor en los últimos trimestres, debido a lo que Barclays considera "una prima electoral, la cual evaluamos en alrededor del 2%, reflejando el posible impacto de una guerra comercial sobre la divisa estadounidense".
4. Renta variable
"En el escenario de una "ola roja" donde Trump logre aprobar una reducción de impuestos corporativos en el Congreso, estimamos que impulsaría un 3% las ganancias del S&P 500. En un escenario de "ola azul" donde los demócratas ganen la presidencia y ambas cámaras, el aumento de impuestos propuesto por Harris podría reducir las ganancias corporativas en un 5,5%", afirma Barclays.
En una posible "Guerra Comercial 2.0" bajo Trump, los aranceles podrían reducir las ganancias de las empresas estadounidenses en aproximadamente un 5%, generando una presión negativa sobre los precios de las acciones. "Creemos que los sectores de materiales, bienes de consumo discrecional, industriales, tecnología y salud son los más expuestos al riesgo".
Asimismo, estos economistas estiman que una guerra comercial total podría reducir en un dígito medio-alto las ganancias corporativas europeas, siendo Alemania e Italia los países más afectados.
"Las preocupaciones por los aranceles ya están reflejadas en las acciones europeas, que han tenido un rendimiento inferior al de las acciones estadounidenses y otros mercados debido a los temores de una guerra comercial a gran escala. Si Harris gana, las acciones de la UE podrían ver cómo esta prima de riesgo se desvanece", afirma Barclays.
5. Impacto en los mercados emergentes y la Argentina
Una segunda presidencia de Trump podría desencadenar un fuerte aumento en el gasto en defensa en Asia, potencialmente acercándose a niveles de la Guerra Fría si las tensiones geopolíticas aumentan aún más. Esto ejercería presión sobre los presupuestos de muchos países en desarrollo mientras intentan recuperarse del gasto de estímulos de los años de pandemia.
"Una victoria de Trump podría afectar negativamente al peso mexicano debido a posibles aranceles y tensiones en torno a la inmigración", afirma Barclays.
La cautela de los inversores en torno a las elecciones de EEUU, junto con los riesgos geopolíticos y los esfuerzos de estímulo de China, han propiciado una exposición baja a activos de mercados emergentes. "La fortaleza del dólar estadounidense crea un contexto difícil para los activos de mercados emergentes y complica el camino de la política monetaria para algunos bancos centrales".
En cuanto a la Argentina en particular, una victoria de Donald Trump podría ser politicamente positivo por la cercanía ideológica de Javier Milei con Trump y así mejorar la relación con el FMI para llegar a una nueva negociación en 2025.
En el aspecto económico, el proteccionismo de Trump atenta contra la posibilidad de ampliar las exportaciones a EEUU por la imposición de un arancel más costoso, sumado a una eventual apreciación del dólar que tendría un impacto directo en las monedas emergentes y los commodities que Argentina exporta.