La jueza de primera instancia María Cristina Pietrasanta, a cargo del caso Piottante-Libendinsky, resolvió archivar el expediente. Tras 16 años, el hombre sospechado del doble crimen podrá caminar en libertad.
El caso Piottante-Libedinsky quedó finalmente impune, luego de que se desarrollara una audiencia en el nuevo Polo Judicial y la magistrada María Cristina Pietrasanta determinara archivar el expediente.
De esta forma, el único sospechoso por el doble crimen, Mauricio Suárez, luego de 16 años de investigación, quedó libre de culpa y cargo.
Suárez nunca fue imputado formalmente, por lo que la jueza consideró que no correspondía la prescripción. El hombre desapareció de la provincia luego del doble asesinato y no fue encontrado por las autoridades.
El sospechoso podrá volver y circular como cualquier ciudadano sin rendir cuenta a la justicia, teniendo en cuenta que Pietrasanta pidió que se levante el pedido de captura a nivel nacional e internacional y todas las restricciones que pesaban sobre él.
UN CASO RESONANTE
Analía Estrella Libedinsky se atendía todos los miércoles a las 17 con su psicólogo, pero aquel 12 de julio de 2006 recibió un llamado por la mañana para que adelantara su horario. Unas doce horas después, la madre del profesional encontró los cuerpos de los dos tirados en el piso del consultorio. A él, Flavio Heriberto Piottante, lo habían matado a balazos. A ella, la estrangularon.
Todos los elementos probatorios que sumaron los cuatro fiscales que tuvo la causa lo ubicaron a Súarez en las inmediaciones de la escena del crimen, pero este desapareció de la provincia y nunca fue hallado.
Piottante tenía una novia identificada como Claudia, pero a su vez mantenía una relación con una colega llamada Andrea Troncoso. Esta mujer introdujo al cuarto personaje relevante de la historia: Mauricio Suárez, un hombre con quien tenía un hijo pequeño en común.
Los investigadores creen que por ahí venía el enojo o bronca hacia el psicólogo y que Libedinsky estaba en el lugar y en el momento equivocado.
Pero se tardaron cinco días en emitir la orden de captura y cuando fueron a buscarlo descubrieron que se había fugado. Ni los 16 años que pasaron desde entonces ni los $100 mil que alcanzó la recompensa por su cabeza fueron suficientes para encontrarlo.
La joven amiga de Brenda Uliarte había sido detenida el miércoles en la localidad de San Miguel, en la causa que investiga el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner.