Miguel Alejandro Deiana, el topógrafo sanjuanino condenado por abusar sexualmente de dos de sus exparejas y golpear a otra en un contexto de violencia de género, volvió a sentarse frente a un juez con un nuevo intento para revertir su situación judicial. Este miércoles, su abogado defensor, Alejandro Castán, pidió la nulidad del juicio y reclamó que sea juzgado por jurado popular, un mecanismo que en San Juan todavía no se implementa.

La audiencia, realizada en el marco de una impugnación, se extendió durante más de dos horas y fue calificada como tensa por las partes. El planteo central del abogado defensor, doctor Castán, se basó en que el proceso debió tramitarse mediante jurado popular, argumento que fue rápidamente descartado cuando la fiscal de impugnación Marcela Torres le respondió que el juicio por jurados no está operativo en el Código Procesal Penal sanjuanino. Luego, la defensa cambió de estrategia y solicitó que el caso sea revisado por un tribunal colegiado por considerar que se trataba de una causa "compleja", algo que también fue rechazado por Torres.

La sentencia de ocho años y seis meses de prisión fue dictada por el juez Pablo León tras valorar las pruebas del juicio.

Durante la audiencia de este miércoles, el defensor sostuvo que había ofrecido pruebas y cuestionó el trabajo de los peritos psicólogos y de la salud que intervinieron en la causa. Sin embargo, desde el Ministerio Público Fiscal remarcaron que no se había presentado ninguna prueba nueva para esta instancia y que el planteo no era más que una reiteración de la disconformidad con el resultado del juicio.

El juez que presidió la audiencia, Juan Carlos Caballero Vidal hijo, permitió de manera excepcional que el propio Deiana hiciera uso de la palabra, pese a que se trataba de una audiencia técnica. Cuando el condenado intentó volver a analizar pruebas ya debatidas y valoradas durante el juicio oral, el magistrado le puso un freno.

Finalmente, el juez Caballero Vidal resolvió que Deiana continúe con prisión preventiva, al menos hasta que se dicte resolución sobre la impugnación, lo que ocurriría entre fines de febrero y principios de marzo. Por ahora, seguirá alojado en el Servicio Penitenciario Provincial.

Deiana fue condenado tras un debate oral que se extendió por más de tres semanas entre septiembre y octubre de 2025. El juez Pablo León dio a conocer el fallo y condenó a Deiana a ocho años y seis meses de prisión efectiva por los delitos de abuso sexual (en perjuicio de dos exparejas) y lesiones leves agravadas por el vínculo en contexto de violencia de género contra otra mujer.

La acusación estuvo a cargo de los fiscales Claudia Ruiz Carignano y Roberto Ginsberg, de la UFI CAVIG, mientras que Marcelo Sandez representó a las víctimas como querellante.

La causa se inició en agosto del 2024, cuando su última pareja, una joven de 24 años, lo denunció en el CAVIG. Relató episodios de violencia y se dictaron medidas de protección. Meses después, se sumó una segunda denuncia por abuso sexual y lesiones ocurridas en 2022. Si bien las lesiones prescribieron, los delitos contra la integridad sexual siguieron vigentes.

Más tarde, una tercera expareja también denunció a Deiana por hechos similares. En ese tramo del proceso, una de las denunciantes falleció y la defensa pidió el sobreseimiento por esa acusación, alegando la extinción de la acción penal. El pedido fue rechazado y la causa avanzó hasta el juicio.

Durante la investigación, Deiana sostuvo públicamente su inocencia, denunció un supuesto complot en su contra y llegó a escrachar a las mujeres que lo acusaron, tanto en redes sociales como en medios de comunicación.

Con la condena firme en primera instancia y los nuevos planteos rechazados, el futuro inmediato del topógrafo quedará ahora en manos del juez Caballero Vidal que deberá resolver la impugnación. Mientras tanto, seguirá tras las rejas.