El caso por el asesinato del empresario agrícola y ganadero Sergio Mariano Nacento, de 59 años, dio un giro este lunes con la imputación formal del único detenido en la causa. Se trata de Matías Exequiel Alonso Jara, conocido como el "Negro Matías", quien fue acusado por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo de homicidio criminis causa en concurso real con tentativa de robo agravado por el uso de arma de fuego, una de las figuras más graves del Código Penal y que prevé prisión perpetua en caso de condena.

Nacento fue hallado sin vida la madrugada del sábado dentro de su camioneta Toyota Hilux gris, en calle Paso Hondo de Las Heras. Tenía un disparo en el costado izquierdo y el vehículo quedó incrustado contra una acequia, lo que hizo presumir que intentó escapar en el momento del ataque.

Alonso Jara, de 32 años, fue capturado el domingo en un operativo en el barrio Santo Tomás de Aquino, a pocas cuadras del lugar del crimen. En su vivienda, efectivos de la División Homicidios secuestraron dos teléfonos celulares, un cañón tipo carabina calibre 22, cargadores, una mira telescópica y piezas de armas de fuego.

El historial delictivo del imputado es extenso: registra antecedentes por lesiones graves con arma de fuego, amenazas agravadas, portación ilegal y coacciones. Había recuperado la libertad en junio de 2024 tras cumplir una condena unificada de tres años y seis meses en el penal San Felipe.

Un dato central de la investigación es que Nacento hablaba por teléfono a través del bluetooth del vehículo con una joven al momento del hecho. Los investigadores sospechan que esa comunicación pudo haberlo guiado hasta el sector cercano a un asentamiento donde fue emboscado. Por esa conexión, el padre de la chica, Alonso Jara, quedó bajo la lupa y terminó detenido.

La fiscal Lazo ordenó peritar el celular de la víctima, relevar cámaras de seguridad de la zona y tomar nuevas declaraciones testimoniales. Hasta el momento, la hipótesis más firme apunta a un intento de robo que derivó en un homicidio criminis causa, es decir, cometido para garantizar la impunidad del delito inicial.

Aunque las pertenencias de Nacento permanecieron dentro del vehículo, reforzando la teoría de que no hubo robo consumado, el agravante convierte al hecho en uno de los más severos de la Justicia penal.

Tras la audiencia de imputación, Alonso Jara fue trasladado al penal provincial. El acusado se negó a declarar.