El sospechoso es un plomero que ingresó al complejo residencia acompañando al propietario de la vivienda donde se habría producido el ataque
En las últimas horas, la Justicia decidió imputar por "crueldad animal" al hombre que presuntamente violó a una perra en una vivienda del complejo residencia Dalvian y le provocó lesiones. Se trata de un plomero que fue grabado al ingresar a dicho complejo junto a un residente.
La decisión de la imputación corresponde al fiscal Martín Lucero, de la Unidad Fiscal de Delitos contra el Medio Ambiente, contra los Animales y No Especializados quien determinó que se debía imputar al sujeto sospechado por el delito de actos de crueldad animal, previsto en la Ley Sarmiento. Luego de ser acusado, recuperó la libertad al tratarse de un delito excarcelable.
La denuncia, revelada por El Sol, fue radicada por la dueña de la mascota, quien llegó la semana al Polo Judicial tras advertir conductas extrañas en su perra. Tras llevarla al veterinario, un examen clínico confirmó daños en la vulva de la perra "Anita", que es "viejita", lo que motivó una revisión del sistema de seguridad instalado por precaución en la vivienda.
Aunque la agresión sexual no se observa directamente en las cámaras porque una mesa obstruía la zona donde habría ocurrido el hecho, el audio registrado expuso los momentos de angustia que sufrió el can.
El informe veterinario "sirve como prueba sustancial del ataque", reveló una fuente a este diario. A ello se sumó el detalle de la empresa de seguridad de Dalvian, que permitió reconstruir el ingreso del sospechoso, un trabajador de obra que llegó al domicilio acompañado por uno de los propietarios.
Aunque la zoofilia no está tipificada como delito autónomo en el Código Penal argentino, este tipo de conductas pueden ser sancionadas como actos de crueldad animal, de acuerdo a la jurisprudencia vigente.