Una familia del barrio privado Dalvian denunció este miércoles por la tarde a un albañil que realizaba tareas de obra en su vivienda, por un presunto caso de zoofilia contra su perra. El hecho fue descubierto tras detectar lesiones físicas en el animal y revisar grabaciones de una cámara de seguridad instalada en el interior del domicilio.

Según indicaron fuentes judiciales, el dispositivo -oculto bajo una mesa- permitió registrar los sonidos de sufrimiento del animal, lo que motivó una inmediata denuncia penal por crueldad animal, amparada en la Ley 14.346 (Ley Sarmiento). En concreto, el Ministerio Público investiga el artículo 3, inciso 7º, que contempla como delito "lastimar o causar sufrimientos innecesarios" a los animales.

Aunque la zoofilia no está tipificada como delito autónomo en el Código Penal argentino, el abuso sexual de animales puede ser perseguido penalmente como un acto de crueldad, tal como ya lo ha reconocido la jurisprudencia. Un caso emblemático fue el de Justo Tobares, condenado en 2012 en La Pampa a 11 meses de prisión por abusar de su perra.

En cuanto al caso de Dalvian, el acusado fue identificado, y la investigación quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos No Especializados, bajo la dirección del fiscal Martín Lucero. Se esperan los resultados del informe veterinario, que permitirá cotejar las lesiones con el contenido audiovisual ya aportado como prueba.

Actualmente, la perra está recibiendo atención médica especializada, mientras la causa avanza en la justicia. El hecho generó conmoción en la comunidad, especialmente entre organizaciones de protección animal que exigen que se avance hacia una tipificación específica de la zoofilia como delito, algo que plantea el proyecto de ley conocido como "Ley Conan", aún sin tratamiento en el Congreso.