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Crimen en el barrio Trapiche: imputaron al único acusado y arriesga prisión perpetua

Ángel Gastón Buenaventura es el único detenido e imputado por el brutal homicidio de Federico Germán Scattareggi. 

Miercoles, 28 de Mayo de 2025

Ángel Gastón Buenaventura, el joven de 18 años detenido por el brutal homicidio de Federico Germán Scattareggi, fue imputado este miércoles por la fiscal de Homicidios Florencia Díaz Peralta. La funcionaria del Ministerio Público lo acusó de homicidio agravado por ensañamiento, una figura penal que contempla la pena de prisión perpetua en caso de condena.

Según la fiscal, Buenaventura actuó con extrema crueldad y con la intención deliberada de prolongar el sufrimiento de su víctima, lo que justifica el agravante. El crimen ocurrió dentro del local de comidas rápidas Pancho Grande, ubicado en el barrio Trapiche de Godoy Cruz, donde Scattareggi, de 49 años, era propietario.

El cuerpo del comerciante fue hallado el lunes por la tarde por su hermano, luego de que la familia advirtiera que el vehículo de la víctima -un Toyota Etios- permanecía estacionado desde la noche anterior y el negocio no había abierto. El cadáver presentaba múltiples puñaladas, principalmente en el cuello, y el local tenía signos evidentes de violencia: sangre en la entrada, cámaras de seguridad saboteadas y el baño convertido en la escena principal del crimen.

Buenaventura fue capturado el martes por la mañana en Luján de Cuyo. Durante la audiencia de imputación, eligió no declarar y se ordenó su traslado a la penitenciaría. Sin embargo, su entorno comenzó a circular una versión que apunta a una supuesta defensa propia: aseguran que el ataque se produjo durante una discusión en el baño del local.

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Federico Scattareggi, dueño de un local de comidas rápidas, fue hallado apuñalado. El principal sospechoso tiene 18 años y asegura que actuó en defensa propia.

Esa línea, sin embargo, contrasta con la evidencia que manejan los investigadores. Durante el allanamiento que llevó a la detención del sospechoso, se hallaron heridas suturadas en sus brazos, lo que en principio podría coincidir con una pelea, pero también se encontraron elementos comprometedores en dos domicilios relacionados: cuchillos, prendas con sangre y papel tissue ensangrentado. Además, el celular de la víctima había sido sustraído.

Otro dato relevante es que las cámaras de seguridad del local habían sido dañadas, lo que para los pesquisas indica una posible intención de ocultar el crimen.

La fiscal Díaz Peralta también investiga el posible vínculo personal entre el acusado y la víctima. Algunos vecinos aseguraron que ambos mantenían una relación sentimental previa, anterior incluso a la reciente relación laboral que habían entablado. Por ahora, el móvil del crimen permanece bajo análisis, pero no se descarta que haya estado motivado por un conflicto íntimo.

El caso continúa avanzando con nuevas pericias y testimonios. Mientras tanto, el joven acusado permanecerá detenido a la espera de futuras resoluciones judiciales.